Recuerdo haber visto en los estantes de la librerías un texto titulado los juristas del terror, libro en el cual se recopilan, las onerosas acciones de los juristas quienes contra todo propósito de justicia y de la manera más servil, se sirvieron del nombre de la justicia alemana, para cometer terribles crímenes y grandes ofensas a la humanidad, a cambio de beneficio transitorio o para usufructuar o expoliar a quienes eran vejados o ultrajados por ese despropósito de justicia.
En nuestro país se vive una situación similar, por una parte se habla de la situación de los inhabilitados, de cuantas leyes se violan de solo permitir que se suspendan derechos civiles a los afectados que al final somos todos los ciudadanos, mientras por otro alguno que otro magistrado deja escapar algún tímido y trémulo documento que solo sirve para reflejar cuando de rodillas y genuflexa es la justicia revolucionaria, al final la respuesta del máximo tribunal no era otra, lo contrario nos habría sorprendido.
Es tal la desfachatez, que las instancias internacionales ya han aceptado un primer caso, ya que la marcha de la justicia en Venezuela es tal que se presume este parcializada, lo cual no es sino la punta del iceberg que representa la descomposición de la sociedad a la cual no están sometiendo, es importante destacar que carecemos de la necesaria palestra política para destacar estas situaciones.
Más importante aún no recordamos la situación de nuestros compañeros y amigos de la Asociación Civil Gente del Petróleo y la organización sindical UNAPETROL, quienes totalizan los 23.000 empleados de PDVSA que fueron injustificadamente despedidos por haberse plegado al paro cívico nacional de 2002, acción que se ha certificado como ejercicio de las atribuciones gremiales y cuyo caso que está en seguimiento por parte de la OIT.
Sobre esto es importante destacar que el gobierno nacional vive en contradicción ya que por una parte habla de establecer sanciones a los patronos que incurran en irregularidades que afecten la relación laboral, mientras son ellos los principales violadores del marco legal y de hecho se han dedicado a hacer lobby sobre la no procedencia de este caso en las instancias internacionales, cosa que tanto la OIT como los voceros de UNAPETROL han desmentido.
Es deseable que se haga una mayor presión al respecto, a estos efectos se recomienda visitar la web de la OIT, entrar al capítulo sobre libertad sindical y buscar las acciones asociadas al caso 2249, también es importante hacer un llamado a las instancias internaciones asociadas a la defensa de los derechos humanos, ya que este caso solo es comparable con los astilleros británicos o el canal de panamá y el nivel de violencia del régimen solo hace recordar las atrocidades del régimen nazi como fue destacado por los inspectores de la OIT en la pasada reunión quienes constataron los crímenes de lesa humanidad que el régimen venezolano está cometiendo.
No olvidemos que en este país, el espacio y carácter democrático de la sociedad se ha preservado entre otras cosas por el oportuno y desinteresado sacrificio que estos compañeros hicieron aún a costa de sus propias familias, sus bienes e interés, en pro del bienestar común, acción que la fecha no tiene parangón y nunca ha sido ni justamente retribuida ni reconocida.
Ing. Francisco J González R. Msc
1er Vicepresidente COPEI Partido Popular Cabimas
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