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La Cruz Rota de Francisco:
No me sorprendí en absoluto cuando vi a Francisco, el Papa de la Iglesia Conciliar portando la misma cruz que caracterizó a Montini/Paulo VI, Luciani/Juan Pablo I, Woljtyla/JP2 y el principio del gobierno de Ratzinger/Benedicto XVI. La misma había desaparecido en los últimos años del gobierno de Ratzinger, quien se volcaba hacia un restauracionismo ritualista que impactó a muchos tradicionalistas que esperaban, quizás con cierta inocencia, un restablecimiento de la Fe Católica y el fin de la marea modernista. ¿Quién no recuerda las primeras apariciones del teólogo avenido en Papa, con el mismo crucifijo de su predecesor y vestimentas de colores? ¿Quién no recuerda como poco a poco, Ratzinger fue volcándose a un conservadurismo de las formas, o mejor dicho, aplicó el principio de la hermenéutica de la continuidad en el ropaje y los ornamentos pontificios? El ritualismo que caracterizó los últimos tiempos del ahora "Papa emérito" pueden sorprender al católico tradicionalista, como también al fiel de la Iglesia Conciliar, pero no impresionarían a un británico del XVII, testigo de los "
Caroline Divines".
Con la partida de Ratzinger se signa el fracaso de la “
hermenéutica de la continuidad”, del intento de crear una
High Church tradicionalista en coexistencia con una
Low Church evangélica y carismática. Bergoglio no es un teólogo, es un político y como tal sabe que su predecesor era uno de los hombres con menor carisma en el último siglo. Recuperar las formas y el mediatismo del actor polaco Juan Pablo II son una meta, y como Roncalli/Juan XXIII tiene de su lado a la prensa.
Uno de esos signos es la falsa humildad, que no es sino, como decía Garrigou-Lagrange “
una forma de soberbia oculta, más peligrosa que la manifiesta, qué fácilmente cae en ridículo”. El despojo de las vestimentas, el lavatorio de los pies a los delincuentes, el llevarle un sándwich al guardia suizo, el ir a saludar a los fieles como si fuera cualesquier párroco, la cruz pectoral y también, su nueva cruz, que es la vieja “y humilde” cruz que caracterizó a sus antecesores. La soberbia, dice Santa Catalina de Sena en su
Diálogo está “
fundada en el amor propio” y sobre los que la practican, agrega: “
no hechan de ver que han perdido la riqueza de la virtud, y que se han despeñado de las alturas de la gracia, cayendo en el pecado mortal”.
¿Cuál es el origen de esa horrible cruz que Francisco, el “humilde”, porta hoy? La misma es conocida como “
ferula di Scorzelli”. Es un báculo rematado con un crucifijo en el que Nuestro Señor está representado de forma patética, y que fue realizada por el escultor italiano Lello Scorzelli en 1963 para Paulo VI. La primera vez que la utilizó un Pontífice de la Iglesia Conciliar fue el 8 de diciembre de 1965, en la clausura oficial del Vaticano II. Scorzelli se basó para el diseño, en la obra del pintor expresionista Albert Servaes. Se trata especialmente del “La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”. El Papa Benedicto XV condenó esa forma artística y ordenó que fuera removida de todos los lugares de culto:
DECRETUM DAMNANTUR SACRAE IMAGINES CUIUSDAM NOVAE SCHOLAE PICTORICAE
Emi ac Rmi Domini Cardinales in rebus fidei et morum Inquisitores Generales, in ordinario consessu habito feria iv, die 23 februarii 1921, publice declarandum censuerunt: Imagines sacras cuiusdam novae scholae pictoricae, quarum specimen exhibetur in opusculo cui titulus: La Passion de Notre-Seigneur Jésus-Christ par Cyril Verschaeve (ornée de compositions d'Albert Servaes. Bruxelles et Paris. Librairie Natio- nale d'art et d'histoire G. van Oest et Ci e Editeurs, 1920), ad praescriptum canonis 1399, n. 12, prohiberi ipso iure, ideoque statim removendas esse ab Ecclesiis, Oratoriis, etc., in quibus forte expositae inveniantur. Et insequenti feria v, die 24 eiusdem mensis et anni, Sanctissimus D. N. Benedictus divina Providentia Papa XV, in solita audientia R. P. D. Assessori S. Officii impertita, relatam sibi Emorum Patrum resolutionem approbavit, mandans ad quos spectat ut eam servent et servare faciant. Datum Romae, ex aedibus S. Officii, die 30 martii 1921. A. Castellano, Supremae S. C. S. Off. Notarius.
La
ferulla di Scorzelli es la expresión tridimensional y material de aquella escuela que la Inquisición había condenado. Muchas veces hemos repetido en Sursum corda que la Nueva Misa es la
lex orandi de la fe conciliar, de la fe ecuménica y modernista. El expresionismo, aprobado por la Iglesia Conciliar es su aspecto estético, de él toman los signos y los símbolos. Recordemos que el expresionismo busca un arte "intuitivo", subjetivo, personal, no la plasmación de la realidad, no la plasmación de la realidad, de la creación y la manifestación de lo Divino y de la Naturaleza, sino, la expresión de los sentimientos. No sorprende entonces, que el expresionismo haya sido adoptado como la forma artística predilecta de la Devotio Moderna, renacida en el Siglo XIX, la cual propone, como bien señaló el Dr. Carlos Disandro "la instauración de una tendencia psicologista, moralizante, que coloca el acento en la vida religiosa en un cierto dominio y utilización de la voluntad y la emoción", a la vez que relega la vida intelectual, teológica y mística, en efeco, no se plasma aquello que se ve, que existe, sino lo que el "artista" siente.
La Cruz Torcida, la ferulla di Scorzelli, no son, sino, la plasmación herética del Pontificado de la Iglesia Conciliar.