Alquimia mineral: Desde el cenit del espejo, Pijama Surf te presenta las panorámicas más elegantes que jamás hayas visto del llamado planeta rojo
Mitológicamente Marte, el planeta rojo, conocido así por el manto rojizo que simula desde el exterior debido a la presencia de óxido de acero, siempre fue un planeta un tanto polémico. Cobijando al signo del Escorpión, la intensidad casi violenta de este cuerpo cósmico, aunado a las bajas temperaturas que en algún momento parecieron por completo inaccesibles al ser humano, lo consagraron como el planeta que encarna el acto de la guerra.
Sin embargo, esta vez Marte nos presenta su cara más amable, incluso fría, revestido en terciopelo mineral que irradia una elegancia inspiradora. Texturas oníricamente favorecidas por el trato del viento sobre la arena, y por los diseños prístinos de cráteres y lúcidas geometrías.
En Pijama Surf nos estimula genuinamente el compartir contigo esta selección de fotografías: nuestro top 13 imágenes de la alquimia mineral que se gesta en Marte.
Sugerentes rastros se intersectan y quedan impresos sobre las dunas de arena, simulando un elegante tatuaje sobre una extraña piel femenina, quizá de una elusiva geisha.
Como un diagrama analógico del gnosis celular en nuestro planeta, la erosión de este valle poligonal ha dado forma a micro orgánicos montículos de hielo residual.
Entre un largo valle minimalista de escamas aparece un crater como elemento de discorde rebeldía.
Texturas hiperdinámicas que recubren, como si se tratará de un código generado por inteligencias inexplicables para el ser humano, las dunas de abalón Undae. El color azul de las formaciones arenosas se debe al alto nivel de basalto en su composición mineral.
Como un ojo al cielo, que es el suelo, el cráter Victoria se desmarca del valle conocido como Meridiani Planum. Con un diámetro de 800 metros, el cráter se encuentra recubierto rocas sedimentarias que transmutan en cuerpos extraños tras un contacto milenario con el agua.
La simplista y paralela elegancia de este patrón que reviste el Polo Sur de Marte es inobjetable.
Una duna marciana en todo su esplendor cenital. La imagen, extraña pero seductora, recuerda a ciertas formaciones del mercurio líquido que conocemos en la tierra pero a la vez pareciera recubierta por una misteriosa textura de piel casí humana.
Una elegante analogía del pulso generado por el encuentro entre dos fuerzas opuestas, el filo de este cráter de 6 km de diámetro, ubicado en el hemisferio sureño de Marte, se presenta como una especie de interpretación mineral del mítico ying yang (sol/luna – activo/pasivo – dar/contener).
Es la región polar al norte de Marte la que nos regala estas dunas configuradas en patrones que simulan el eco de una inscripción indescifrable.
Es el suelo extrañando una fomación superior de nubes que nunca existió. Dunas escalopadas que galopan el hemisferio sur del planeta rojo. El movimiento cristalizado en un instante.
Como el ojo, así el ombligo. Esta arquetípica figura corresponde a un pequeño crater, producto de un impacto relativamente reciente, que se ubica en los depositos de la región sureña de Marte.
Las dunas del cráter Russel son sin duda algunas de las formaciones más delicadas dentro del paisaje marciano.
La convivencia entre el dióxido de carbono helado y los sedimentos característicos de los valles en Marte invocan una especie de mapa genético a través del cual un planeta se auto diseña.
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