PENTECOSTÉS.
INTRODUCCIÓN. Celebramos hoy la fiesta de Pentecostés, o de la venida
del Espíritu Sto. Sobre el "pequeño rebaño" de Jesús, reunido en el
cenáculo de Jerusalén donde los once Apóstoles "perseveraban unánimes
en la oración, con María la madre de Jesús…". Pentecostés es el
coronamiento de la Pascua. En realidad, Resurrección, Ascensión y
Pentecostés son tres tiempos diferentes de un mismo misterio, el
misterio pascual de Cristo, que se realiza en Pascua, se confirma y
completa en la Ascensión y llega a su plenitud en Pentecostés con el
cumplimiento de la promesa hecha por Jesús de enviar sobre los suyos
el Espíritu Santo.
1.- PENTECOSTÉS: MISTERIO ECLESIAL. Haciendo una síntesis
esquemática de toda la Historia de la Salvación, tenemos que decir: -
Dios crea al hombre a su imagen y semejanza, lo crea en la justicia y
lo dota de maravillosos dones, dándole el señorío de toda la creación.
– Pero muy pronto el hombre pierde la confianza que Dios había puesto
en él, y "por instigación de demonio, en el mismo principio de la
historia, abusó de su libertad levantándose contra Dios y pretendiendo
alcanzar su propio fin al margen de Dios. Es la caída del hombre: de
señor de la entera creación visible, se precipita en la esclavitud del
pecado. – Dios, que ama al hombre, determina y promete descender
hasta donde el hombre está para salvarlo: tras largos años de espera,
un día se hizo hombre en las entrañas de María: ese descenso de Dios
comienza en su Encarnación, se prolonga en su Pasión, Muerte y
Resurrección y tiene su epílogo en Pentecostés. Envía su espíritu
sobre los hombres, para que los hombres comiencen a ascender hasta el
mismo Dios, pues por el Espíritu de Jesús es por el que somos hijos y
podemos clamar: ¡Padre!. – Cristo, Sumo Sacerdote, realizada la
redención eterna deja la tierra y sube a la gloria, pero establece una
Institución permanente, la Iglesia encargada de acabar su obra; ella
prolongará a través de los tiempos la presencia y la acción salvadora
de Cristo en el mundo, siendo así Sacramento Universal de Salvación
para toda la humanidad. – El paso del Cristo histórico-personal al
Cristo místico de la fe se realiza históricamente el día de
Pentecostés, cuando Cristo culmina su obra, con el envío de su
Espíritu, que ha de ser el alma de la Iglesia, su principio vital, su
motor y su plenitud. Lo mismo que toda la obra personal de Cristo es
fruto de su Encarnación, así toda la obra de la Iglesia será fruto de
Pentecostés. Por eso decimos que Pentecostés es un misterio eclesial.
2.- EN PENTECOSTÉS QUEDA CONSTITUIDA LA IGLESIA. Ya durante su vida,
Jesús había hablado frecuentemente del Reino de Dios que venía a
instalar entre los hombres. Había delineado los caracteres de ese
Reino: no exterior, material, de acá, sino interior, espiritual, de
arriba… Había amaestrado con todo cariño y diligencia a las columnas
de su Iglesia, los Apóstoles, principalmente a Pedro a quien le hace
cabeza de todo el Colegio y le da el Primado sobre sus hermanos.
Pero les promete enviarles de junto al Padre a su
Espíritu, que les enseñará todo y les recordara cuanto Él les ha
dicho, porque es "El Espíritu de verdad que los guiará hacia la verdad
completa" (Jn 16,13). Es lo que realiza en este día de Pentecostés: y
aquéllos que empezaron siendo tan malos discípulos de Jesús, se
convierten en maestros consumados bajo la luz de su Espíritu. Con
Pentecostés la Ig. Queda constituida oficialmente y lanzada para la
acción en el mundo: era su puesta en órbita.
3.- EN PENTECOSTÉS QUEDA CONFIRMADA LA IGLESIA. Con la infusión del
Espíritu de Cristo en forma de "lenguas de fuego que se posaron sobre
cada uno de ellos, quedando todos llenos del Espíritu Santo" (Act
2,3-4), la Iglesia recibe su confirmación y queda constituida para
siempre como comunidad salvífica, universal, perpetua y única: "Esta
es la única Iglesia de Cristo… que nuestro Salvador después de su
Resurrección encomendó a Pedro (Jn 21,17).. y la erigió perpetuamente
como 'columna y fundamento de la verdad' (1 Tim 3,15). Esta Iglesia…
subsiste en la Iglesia católica.., si bien fuera de su estructura se
encuentran muchos elementos de santidad y de verdad.
4.- ¡ACTUEMOS BAJO LA FUERZA DEL ESPÍRITU!. La Iglesia, comunidad de
hermanos que se aman. Por la comunicación del Espíritu, la Iglesia,
que somos todos, queda llena de los dones de Dios y , sobre todo, de
lo que en primerísimo lugar es el Espíritu: el Amor. La Iglesia será
ya para siempre una familia de hermanos, cuya ley fundamental y forma
de vida será el amor mutuo. Y de hecho así se realiza en las
primitivas comunidades cristianas. Todo esto es obra del espíritu
que vino sobre la Iglesia el día de Pentecostés a fin de santificar
indefinidamente la Iglesia, para que de este modo los fieles tengamos
al Padre por medio de Cristo en un mismo espíritu. – Es el Espíritu
de vida, por quien el Padre vivifica a los hombres, muertos por el
pecado. El Espíritu habita en la Iglesia y en el corazón de los
fieles, en ellos ora y da testimonio de su adopción como hijos. Guía a
la Iglesia a toda la verdad, la unifica en comunión y ministerio, la
provee y gobierna con diversos dones jerárquicos y carismáticos,
rejuvenece la Iglesia la renueva incesantemente y la conduce a la
unidad consumada con su Esposo. Y así toda la Iglesia, los fieles,
aparecen como un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo.
Y así es como en Pentecostés queda constituída, confirmada y
perfecta la nueva Comunidad de la Alianza, el nuevo Pueblo de Dios, la
Iglesia, para hacer presente en el mundo la obra salvadora de Jesús y
dar testimonio de su amor a los hombres. La Iglesia peregrina hacia la
consumación del Reino escatológica, final y definitivo de Cristo en su
reino eterno.
A MODO DE CONCLUSIÓN: La podemos tomar de la Secuencia de hoy: …"Lava
nuestras inmundicias, fecunda nuestros desiertos y cura nuestras
heridas. –Doblega nuestra soberbia, calienta nuestra frialdad,
endereza nuestras sendas. – Danos virtudes y méritos, danos una buena
muerte y contigo el gozo eterno"
¡Ánimo!