viernes, 6 de julio de 2012

ANÍBAL ROMERO, FORO DE SAO PAULO: DELIRIO DE IZQUIERDA EN CARACAS

ANÍBAL ROMERO, FORO DE SAO PAULO: DELIRIO DE IZQUIERDA EN CARACAS:
Hoy se inicia en Caracas el decimo octavo encuentro del Foro de Sao Paulo, organización fundada en 1990, que congrega un verdadero aquelarre de agrupaciones e individualidades de la izquierda delirante latinoamericana. Se trata en lo esencial de gente que no se ha dado por enterada del colapso de la URSS, del patético y estéril fracaso de la revolución castrista en Cuba, del desfondamiento del socialismo en el mundo y de las inmensas y reiteradas capacidades de recuperación del capitalismo.

Solo en un continente mareado por las prestidigitaciones de lo real-maravilloso y acosado sin fin por sus fantasmas sin exorcismo, podría darse una reunión tan enajenada y frenética de espectros políticos, zombis ideológicos y traficantes de quimeras. Solo en América Latina sobreviven tantos restos del pasado, superpuestos y coexistiendo en una especie de laboratorio abandonado de fantasías, conservadas en frascos de formol.

El rocambolesco Foro de Sao Paulo se caracteriza sobre todo por la hipocresía, la mentira y la extravagancia. En cuanto a lo primero, si se tiene la paciencia de leer los documentos oficiales de la organización, podría creerse que uno se halla en medio de un debate del parlamento británico. Los miembros del Foro se rasgan las vestiduras hablando de su apego a la libertad y la democracia, pero reivindican el despotismo cubano y se arrodillan ante el caudillo venezolano y sus petrodólares. Sus causas son, siempre, las que conducen a los pueblos a la opresión en nombre de la sociedad perfecta, a la pobreza en nombre de la purificación, y a la violencia en nombre de la paz.

Los integrantes del grupo usan la mentira como moneda corriente. Proclaman al "hombre nuevo", pero pocos de ellos se atreven a convivir con los millones de cubanos que llevan sesenta años presos en su isla, rindiendo pleitesía a dos ancianos ahítos de poder y culpas. No pocos de los integrantes de esa izquierda esperpéntica son meros oportunistas, que usufructúan sus posturas cuasi-románticas asegurando a la vez unas buenas cuentas bancarias. Farsantes como Rigoberta Menchú y Hebe Bonafini son parte inefable del circo, así como tontos útiles al estilo del despistado Adolfo Pérez Esquivel, sin olvidar íconos tan cuestionables como el Che Guevara, cuyo prontuario de desmanes se procura ocultar tras fotografías idealizadas.

La izquierda radical latinoamericana vive en medio de una ciénaga de supercherías que ahora exhiben sin pudor alguno en la capital de un régimen autocrático y militarista, aliado con Estados forajidos y con guerrillas vinculadas al narcotráfico.

No deja de producir repulsión, aparte de estupor, el descenso de la izquierda latinoamericana hasta semejante abismo de doblez y engaño; asombra igualmente la intensidad del desvarío ideológico que despliegan. Sus desatinos nos pintan un futuro paraíso socialista, que más se asemeja a Corea del Norte que a las disparatadas utopías con las que Marx soñaba en sus momentos menos malos. La doble moral del Foro de Sao Paulo condena los golpes de Estado, pero de hecho la izquierda radical, aupada y financiada desde Caracas, los promueve activamente contra sus adversarios.

¿Y para qué vienen a nuestro país precisamente ahora? Aparte de disfrutar un poco más la dadivosidad de la "revolución bolivariana", el propósito del circo es contribuir a legitimar el gran fraude electoral ya en marcha, cocinado por el régimen chavista, y dirigido a asegurarse que el venidero 7 de octubre la oposición sea escamoteada del triunfo que a todas luces cuaja alrededor de Venezuela.

aromeroarticulos@yahoo.com 

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jueves, 5 de julio de 2012

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA LATINOAMERICANA

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA LATINOAMERICANA:


                                                                                                 Rafael Gallegos

Déjame sacar a Paraguay un momentico para que ingrese Venezuela- parecieron haber dicho los líderes de los países de MERCOSUR. Le dieron vacaciones al miembro Paraguay y aprovecharon para incorporar a Venezuela como miembro de la organización. Pura triquiñuela. Paraguay, un país pequeño y pobre; pero muy digno, se había constituido en un obstáculo para el ingreso de Venezuela. Su razón era que nuestra democracia no tiene suficiente transparencia. O lo que es lo mismo, que Venezuela no es suficientemente democrática.

Ya los presidentes de esos países, entre otros, aplaudieron la presencia de Cuba en una reunión internacional. Algo así como pitar al oprimido pueblo cubano representado en la bloguera, en las damas de blanco, en los balseros, los exiliados, los perseguidos. Puro aplaudir las imparciales elecciones de un solo partido, un solo líder y un 99 % de votos a favor del gobierno. Que vivan los tiburones come balseros. ¿Habrá alguna diferencia entre  las democracias de Chapita, Castro y Pinochet?

Que falta hace un Rómulo Betancourt que enfrente las dictaduras con guáramo. La llamada Doctrina Betancourt pedía romper relaciones diplomáticas con los regímenes totalitarios. Y el mismo Rómulo derrotó a Castro en los sesenta, en su pretensión de invadir a Venezuela. Pero Fidel pidió la revancha y… logró el título al amparo de la  revolución bolivariana. Hoy estamos invadidos por el castrismo. ¿Quién manda a quién?

Cómo olvidan la solidaridad de Venezuela en los setenta, ante los ciudadanos aventados a Venezuela por las dictaduras del cono sur.

Tal vez los honorables miembros de MERCOSUR crean que con el ingreso de Venezuela desaparecen automáticamente de la democracia venezolana: el sectarismo que excluye  de los trabajos, de los medios oficiales y hasta del saludo, a los que no piensan igual que el régimen; las expropiaciones tipo confiscación; las prisiones y exilios por orden ejecutiva; la licuefacción de poderes jugo, zumo, hugo; el ventajismo electoral con un árbitro oficialista; el estrangulamiento de las universidades autónomas; la división del alma nacional y sobre todo LA DESTRUCCIÓN ESTRATÉGICA DEL PAÍS PARA MANTENERSE FOREVER EN EL PODER. ¿Esto es democracia? Por favor…

No seamos inocentes, esos países, en aras de dólares, dólares y dólares han borroneado con petróleo su carta democrática. Pero como dice una cuña: mañana te puede tocar a ti.

Como el  ENSAYO SOBRE LA CEGUERA de Saramago, en Latinoamérica se va extendiendo la ceguera como una epidemia. Primero un país queda ciego, luego otro y otro y otro… hasta que todos menos uno que otro quedan invidentes.

Menos mal que como en la novela, pasa la epidemia y todos recuperan sus facultades visuales. Cuando escribimos este artículo, Uruguay está denunciando esta jugada. Burda, pero tan burda, que  seguramente saldrá el tiro por la culata.

Hay que redefinir las maneras de medir la democracia. Adelante, por arriba del leguleyismo, adelante. Sin respeto a la disidencia, no hay democracia. Sin alternabilidad, no hay democracia. Sin respeto a la propiedad privada, no hay democracia, ¿o es que hay algún comunismo democrático? Sin elecciones transparentes no hay democracia. Sin separación de poderes, no hay democracia. SE SOLICITA BAREMO PARA MEDIR DEMOCRACIAS.

El Presidente dice que la incorporación de Venezuela a MERCOSUR es un triunfo contra las oligarquías. Las oligarquías brasileras, argentinas, uruguayas y  paraguayas, se mueren de la risa. Porque los quesos, las carnes, las casas, los alimentos y todo lo que importemos por el monumental déficit de nuestra economía destruída, SERÁ PRODUCIDO POR LAS OLIGARQUÍAS DE ESOS PAÍSES.

Entonces, las oligarquías de MERCOSUR son buenas y las venezolanas… malas. Se solicita patriota con moto.

CUANDO CAPRILES GANE…

O sea, el 7 de octubre… comenzará por unir a los venezolanos, a aplicar la ley, a descentralizar el país, a independizar los poderes, a fomentar respetar la libertad de prensa… a estimular la producción generando confianza, respetando la propiedad privada, atrayendo  inversiones, construyendo INFRAESTRUCTURAS que incrementen la productividad y la competitividad.

Y entonces, el país será como las democracias de MERCOSUR, o de la CAN. Y nuestros cancilleres no estimularán a militares a desconocer a los civiles.

Menos mal que quedan tres meses para rescatar la democracia. En Venezuela, como en el final del libro de Saramago, la ceguera  del leguleyismo o falsa democracia, será superada y sustituida por la luz. Capriles, encarna hoy el antídoto contra la ceguera. Tenemos derecho a entrar a Mercosur, o a donde nos plazca, pero sin triquiñuelas, a punta de democracia de verdad y de estrategia.  Y con Venezuela primero.

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA LATINOAMERICANA

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA LATINOAMERICANA:


                                                                                                 Rafael Gallegos

Déjame sacar a Paraguay un momentico para que ingrese Venezuela- parecieron haber dicho los líderes de los países de MERCOSUR. Le dieron vacaciones al miembro Paraguay y aprovecharon para incorporar a Venezuela como miembro de la organización. Pura triquiñuela. Paraguay, un país pequeño y pobre; pero muy digno, se había constituido en un obstáculo para el ingreso de Venezuela. Su razón era que nuestra democracia no tiene suficiente transparencia. O lo que es lo mismo, que Venezuela no es suficientemente democrática.

Ya los presidentes de esos países, entre otros, aplaudieron la presencia de Cuba en una reunión internacional. Algo así como pitar al oprimido pueblo cubano representado en la bloguera, en las damas de blanco, en los balseros, los exiliados, los perseguidos. Puro aplaudir las imparciales elecciones de un solo partido, un solo líder y un 99 % de votos a favor del gobierno. Que vivan los tiburones come balseros. ¿Habrá alguna diferencia entre  las democracias de Chapita, Castro y Pinochet?

Que falta hace un Rómulo Betancourt que enfrente las dictaduras con guáramo. La llamada Doctrina Betancourt pedía romper relaciones diplomáticas con los regímenes totalitarios. Y el mismo Rómulo derrotó a Castro en los sesenta, en su pretensión de invadir a Venezuela. Pero Fidel pidió la revancha y… logró el título al amparo de la  revolución bolivariana. Hoy estamos invadidos por el castrismo. ¿Quién manda a quién?

Cómo olvidan la solidaridad de Venezuela en los setenta, ante los ciudadanos aventados a Venezuela por las dictaduras del cono sur.

Tal vez los honorables miembros de MERCOSUR crean que con el ingreso de Venezuela desaparecen automáticamente de la democracia venezolana: el sectarismo que excluye  de los trabajos, de los medios oficiales y hasta del saludo, a los que no piensan igual que el régimen; las expropiaciones tipo confiscación; las prisiones y exilios por orden ejecutiva; la licuefacción de poderes jugo, zumo, hugo; el ventajismo electoral con un árbitro oficialista; el estrangulamiento de las universidades autónomas; la división del alma nacional y sobre todo LA DESTRUCCIÓN ESTRATÉGICA DEL PAÍS PARA MANTENERSE FOREVER EN EL PODER. ¿Esto es democracia? Por favor…

No seamos inocentes, esos países, en aras de dólares, dólares y dólares han borroneado con petróleo su carta democrática. Pero como dice una cuña: mañana te puede tocar a ti.

Como el  ENSAYO SOBRE LA CEGUERA de Saramago, en Latinoamérica se va extendiendo la ceguera como una epidemia. Primero un país queda ciego, luego otro y otro y otro… hasta que todos menos uno que otro quedan invidentes.

Menos mal que como en la novela, pasa la epidemia y todos recuperan sus facultades visuales. Cuando escribimos este artículo, Uruguay está denunciando esta jugada. Burda, pero tan burda, que  seguramente saldrá el tiro por la culata.

Hay que redefinir las maneras de medir la democracia. Adelante, por arriba del leguleyismo, adelante. Sin respeto a la disidencia, no hay democracia. Sin alternabilidad, no hay democracia. Sin respeto a la propiedad privada, no hay democracia, ¿o es que hay algún comunismo democrático? Sin elecciones transparentes no hay democracia. Sin separación de poderes, no hay democracia. SE SOLICITA BAREMO PARA MEDIR DEMOCRACIAS.

El Presidente dice que la incorporación de Venezuela a MERCOSUR es un triunfo contra las oligarquías. Las oligarquías brasileras, argentinas, uruguayas y  paraguayas, se mueren de la risa. Porque los quesos, las carnes, las casas, los alimentos y todo lo que importemos por el monumental déficit de nuestra economía destruída, SERÁ PRODUCIDO POR LAS OLIGARQUÍAS DE ESOS PAÍSES.

Entonces, las oligarquías de MERCOSUR son buenas y las venezolanas… malas. Se solicita patriota con moto.

CUANDO CAPRILES GANE…

O sea, el 7 de octubre… comenzará por unir a los venezolanos, a aplicar la ley, a descentralizar el país, a independizar los poderes, a fomentar respetar la libertad de prensa… a estimular la producción generando confianza, respetando la propiedad privada, atrayendo  inversiones, construyendo INFRAESTRUCTURAS que incrementen la productividad y la competitividad.

Y entonces, el país será como las democracias de MERCOSUR, o de la CAN. Y nuestros cancilleres no estimularán a militares a desconocer a los civiles.

Menos mal que quedan tres meses para rescatar la democracia. En Venezuela, como en el final del libro de Saramago, la ceguera  del leguleyismo o falsa democracia, será superada y sustituida por la luz. Capriles, encarna hoy el antídoto contra la ceguera. Tenemos derecho a entrar a Mercosur, o a donde nos plazca, pero sin triquiñuelas, a punta de democracia de verdad y de estrategia.  Y con Venezuela primero.

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA LATINOAMERICANA

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA LATINOAMERICANA:


                                                                                                 Rafael Gallegos

Déjame sacar a Paraguay un momentico para que ingrese Venezuela- parecieron haber dicho los líderes de los países de MERCOSUR. Le dieron vacaciones al miembro Paraguay y aprovecharon para incorporar a Venezuela como miembro de la organización. Pura triquiñuela. Paraguay, un país pequeño y pobre; pero muy digno, se había constituido en un obstáculo para el ingreso de Venezuela. Su razón era que nuestra democracia no tiene suficiente transparencia. O lo que es lo mismo, que Venezuela no es suficientemente democrática.

Ya los presidentes de esos países, entre otros, aplaudieron la presencia de Cuba en una reunión internacional. Algo así como pitar al oprimido pueblo cubano representado en la bloguera, en las damas de blanco, en los balseros, los exiliados, los perseguidos. Puro aplaudir las imparciales elecciones de un solo partido, un solo líder y un 99 % de votos a favor del gobierno. Que vivan los tiburones come balseros. ¿Habrá alguna diferencia entre  las democracias de Chapita, Castro y Pinochet?

Que falta hace un Rómulo Betancourt que enfrente las dictaduras con guáramo. La llamada Doctrina Betancourt pedía romper relaciones diplomáticas con los regímenes totalitarios. Y el mismo Rómulo derrotó a Castro en los sesenta, en su pretensión de invadir a Venezuela. Pero Fidel pidió la revancha y… logró el título al amparo de la  revolución bolivariana. Hoy estamos invadidos por el castrismo. ¿Quién manda a quién?

Cómo olvidan la solidaridad de Venezuela en los setenta, ante los ciudadanos aventados a Venezuela por las dictaduras del cono sur.

Tal vez los honorables miembros de MERCOSUR crean que con el ingreso de Venezuela desaparecen automáticamente de la democracia venezolana: el sectarismo que excluye  de los trabajos, de los medios oficiales y hasta del saludo, a los que no piensan igual que el régimen; las expropiaciones tipo confiscación; las prisiones y exilios por orden ejecutiva; la licuefacción de poderes jugo, zumo, hugo; el ventajismo electoral con un árbitro oficialista; el estrangulamiento de las universidades autónomas; la división del alma nacional y sobre todo LA DESTRUCCIÓN ESTRATÉGICA DEL PAÍS PARA MANTENERSE FOREVER EN EL PODER. ¿Esto es democracia? Por favor…

No seamos inocentes, esos países, en aras de dólares, dólares y dólares han borroneado con petróleo su carta democrática. Pero como dice una cuña: mañana te puede tocar a ti.

Como el  ENSAYO SOBRE LA CEGUERA de Saramago, en Latinoamérica se va extendiendo la ceguera como una epidemia. Primero un país queda ciego, luego otro y otro y otro… hasta que todos menos uno que otro quedan invidentes.

Menos mal que como en la novela, pasa la epidemia y todos recuperan sus facultades visuales. Cuando escribimos este artículo, Uruguay está denunciando esta jugada. Burda, pero tan burda, que  seguramente saldrá el tiro por la culata.

Hay que redefinir las maneras de medir la democracia. Adelante, por arriba del leguleyismo, adelante. Sin respeto a la disidencia, no hay democracia. Sin alternabilidad, no hay democracia. Sin respeto a la propiedad privada, no hay democracia, ¿o es que hay algún comunismo democrático? Sin elecciones transparentes no hay democracia. Sin separación de poderes, no hay democracia. SE SOLICITA BAREMO PARA MEDIR DEMOCRACIAS.

El Presidente dice que la incorporación de Venezuela a MERCOSUR es un triunfo contra las oligarquías. Las oligarquías brasileras, argentinas, uruguayas y  paraguayas, se mueren de la risa. Porque los quesos, las carnes, las casas, los alimentos y todo lo que importemos por el monumental déficit de nuestra economía destruída, SERÁ PRODUCIDO POR LAS OLIGARQUÍAS DE ESOS PAÍSES.

Entonces, las oligarquías de MERCOSUR son buenas y las venezolanas… malas. Se solicita patriota con moto.

CUANDO CAPRILES GANE…

O sea, el 7 de octubre… comenzará por unir a los venezolanos, a aplicar la ley, a descentralizar el país, a independizar los poderes, a fomentar respetar la libertad de prensa… a estimular la producción generando confianza, respetando la propiedad privada, atrayendo  inversiones, construyendo INFRAESTRUCTURAS que incrementen la productividad y la competitividad.

Y entonces, el país será como las democracias de MERCOSUR, o de la CAN. Y nuestros cancilleres no estimularán a militares a desconocer a los civiles.

Menos mal que quedan tres meses para rescatar la democracia. En Venezuela, como en el final del libro de Saramago, la ceguera  del leguleyismo o falsa democracia, será superada y sustituida por la luz. Capriles, encarna hoy el antídoto contra la ceguera. Tenemos derecho a entrar a Mercosur, o a donde nos plazca, pero sin triquiñuelas, a punta de democracia de verdad y de estrategia.  Y con Venezuela primero.

España, presente en el hallazgo del Bosón de Higgs

España, presente en el hallazgo del Bosón de Higgs: Los científicos españoles también han seguido con detenimiento los experimentos que dan por encontrado una partícula con características compatibles con el Bosón de Higgs. «Se trata de un día muy importante para la física de partículas» adelantó Marcos Cerrada, investigador del Centro de investigaciones energéticas, medioambientales y tecnológicas (Ciemat) y coordinador del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN) después de que el CERN hiciese el anuncio oficial.
Durante la conferencia de prensa en el Ciemat no hubo vítores ni tampoco estuvo presente Peter Hig...

Cuando el Bosón de Higgs se convirtió en la «partícula maldita»

Cuando el Bosón de Higgs se convirtió en la «partícula maldita»: Cuando, en 1964, Pete Higgs postuló
la existencia del Bosón de Higgs
, la partícula responsable de la masa de todas las partículas y la respuesta a la exisitencia, tal y como conocemos, al Universo. Este físico británico junto a los científicos Robert Brout y François Englert se abocaron a comprobar esta teoría.
Pero los científicos creeían que, por su difícil comprobación, nunca la iban a hallar. Tanto es así, que el premio Nobel de Física Leon M. Lederman la bautizó, en 1993, con el nombre de «The Goddamn Particle» («La Partícula Maldita»).
Lederman quería titular su libro así, pero al fin...

Ya tenemos el Higgs, ¿y ahora qué?

Ya tenemos el Higgs, ¿y ahora qué?: "Gracias, Naturaleza". Con esas palabras, Fabiola Gianotti, portavoz del experimento ATLAS, del CERN, terminaba la histórica intervención durante la que
confirmaba el hallazgo de una nueva partícula
con todas las características predichas para el bosón de Higgs.
Antes que ella, Joe Incandela, portavoz del CMS, el segundo gran experimento europeo implicado en la búsqueda, hacía lo propio ante un auditorio que estalló en vítores y aplausos. Incandela consiguió emocionar al mismísimo Peter Higgs, el físico que en 1964 predijo la existencia de la partícula, que no logró contener las lágrimas. E...

Wikileaks se la lía parda a Siria, casi 2,5 millones de emails revelados

Wikileaks se la lía parda a Siria, casi 2,5 millones de emails revelados:

A principios de año, ya os dijimos en Gizmodo como Anonymous había conseguido introducirse en las cuentas de correo del presidente de Syria, en parte debido a su críptica contraseña 12345. Pues bien, eso sólo fue la punta del iceberg, hoy sabemos que Wikileaks ha conseguido eso y mucho más, casi 2,5 millones de correos del régimen de Bashar el Asad, que han sido ofrecidos a 7 medios de comunicación en todo el mundo.
Entre ellos está el diario Público, que está dando detalles de todo lo que se expone en ellos, básicamente todas las actividades secretas del gobierno sirio desde agosto de 2006 hasta marzo de 2012.
En los emails se muestra como el gobierno sirio, a base de utilizar la fuerza, ha hecho que las manifestaciones para la democratización del país al final les lleve a una cuasiguerra civil con numerosas matanzas de civiles.
Pero además los emails muestran las conexiones, sobornos y comisiones con el gobierno italiano y estadounidense entre otros, destacando como, a pesar de la condena pública de los mismos a las actuaciones del gobierno sirio, existen numerosos intereses comerciales con la industria armamentística.
La empresa armamentística italiana Finmeccanica y su filial Selex, habrían estado facilitando sistemas de telecomunicaciones TETRA para ayudarles en el conflicto y facilitar los bombardeos.
A lo largo de los próximos días saldrán a la luz más detalles de éste y otros muchos escándalos, ya que 2,5 millones de emails dan para bastante. Veremos a cuanta gente salpica y si de verdad todo esto tendrá alguna trascendencia y se tomarán acciones más allá de tratar de hacer que Julian Assange desaparezca del mapa. [Público]

miércoles, 4 de julio de 2012

¿Por qué en Colombia nunca quisieron a Bolívar? - Zaratustrasitiodefrankdavidbedoyam

Lo encontre y pme parecio excepcional

¿Por qué en Colombia nunca quisieron a Bolívar? - Zaratustrasitiodefrankdavidbedoyam

¿Por qué en Colombia nunca quisieron a Bolívar?



Texto completo de la conferencia presentada por el historiador Frank David Bedoya Muñoz el 12 de marzo en el Pequeño Teatro de Medellín.
Hay un pasaje muy conmovedor en la novela El general en su laberinto de Gabriel García Márquez, que creo resume bastante bien lo que hoy vengo a decir aquí.

Transcurrían los últimos días del Libertador: “Era el fin. El general Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios se iba para siempre. Había arrebatado al dominio español un imperio cinco veces más vasto que las Europas, había dirigido veinte años de guerras para mantenerlo libre y unido, y lo había gobernado con pulso firme hasta la semana anterior, pero a la hora de irse no se llevaba ni si quiera el consuelo de que se lo creyeran”.[1]

Existe una gran paradoja en nuestros orígenes políticos, el hombre que después de haber dirigido exitosamente las guerras de emancipación y que fundó la gran nación colombiana en el año 1819, terminó siendo vilipendiado, calumniado y desdeñado. El amor que suscitó, muy pronto se convirtió en temor y odio. ¿Recuerdan estas amargas y célebres palabras de despedida?: “Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono”.[2] Nada en estas palabras era retórica.

¿Por qué esta tragedia? ¿Cómo se llegó a este estado de insensatez? Adelantemos un intento de respuesta. Los enemigos de Bolívar temían que él se convirtiera en un rey y los amigos de Bolívar querían que él se convirtiera en un rey. Él sabía que esto era absurdo, que su fin no era alcanzar un trono, que su fin era la realización de la libertad. Que si hubiera querido ser un rey, tranquilamente tenía el poder para serlo, y sin embargo, prefirió proponer —atención: proponer, no imponer—, un modelo de constitución para América, pero la vida no le alcanzó para defender su proyecto constitucional, la vida no le alcanzó para detener la desintegración y el fin de Colombia, la vida no le alcanzó para aguantar la avaricia, la impertinencia y el débil coraje de los demás.

No fue una exageración lo que algún día escribió Germán Carrera Damas: “Colombia fue una república de un solo ciudadano”.[3]

¿Por qué en Colombia nunca quisieron a Bolívar? ¿Tiene algún sentido plantear esta pregunta ahora? ¿No será más bien la testarudez de un historiador que no sabe en qué tiempo y en qué lugar está? ¿Para qué carajos esa pregunta ahora? Pues bien, hoy vengo a decir, que en las posibles respuestas a esta pregunta encontramos una clave para entender parte del fracaso político que hemos acumulado en estos 200 años. Hoy vengo a decir que el camino que tomó la nación colombiana, el camino de imitar ciegamente el liberalismo occidental, el camino que Bolívar advirtió que sería tan peligroso para nuestro porvenir, ese camino de no ser autóctonos e imitar ciegamente las formas políticas del Atlántico Norte, ese camino, digo, aún hoy, nos conduce hacia más grandes precipicios que aquellos en los que ya hemos caído.

Ustedes saben que muy pronto los seguidores de Santander y él mismo, se llamaron a sí mismos ampulosamente liberales. ¡Ay Santander! La verdad hoy no quiero hablar mucho de él… Ya basta con las conferencias que le dediqué hace poco para develar su perfidia[4]. Sí, se llamaron liberales, y pensaron que con eso bastaba. ¿En qué consistía ese liberalismo? Escuchemos la magnífica respuesta que recientemente dio el historiador John Lynch: “Los liberales no eran borregos. Ellos también querían poder absoluto. Para la gente como Santander, ser libre significaba gobernar a otra gente. La posesión del gobierno, ésa era la piedra de toque de su liberalismo. Para parafrasear a Alberdi, que advirtió una tendencia similar en Argentina, a los liberales colombianos nunca se les ocurrió respetar las opiniones de los que estaban en desacuerdo con sus ideas”[5]. Hay veces que no logró entender por qué la ingenuidad política en Colombia. ¿Liberales? ¿Liberalismo? ¿Acaso no sabemos ya, que ha hecho el liberalismo colombiano en 200 años? ¿Si lo que salvaría a Colombia después de despreciar las ideas políticas de Bolívar era el liberalismo de Santander, por qué nunca juzgamos entonces su gobierno liberal que duró casi una década después de la muerte del libertador? ¿Liberalismo colombiano? ¿Todavía alguien decente cree en eso?

Y lo peor, han dicho: 'Si Santander era liberal entonces Bolívar por ende era conservador'. Pobre Bolívar, aún debe de estar revolcándose en su tumba por esto, hasta el conservadurismo colombiano se lo achacaron. ¿No se acuerdan acaso que Mariano Ospina Rodríguez mucho antes de fundar el partido conservador participó en el atentando que buscaba asesinar a Bolívar en la noche del 25 de septiembre de 1828? Muchos retruécanos tuvieron que hacer los godos para forzar la idea de que Bolívar era el padre de su partido. Y esto no es todo, ¡que el principal defensor de Bolívar a mediados del siglo XX en Colombia sea el tirano y fascista Laureano Gómez! Reconózcanme, si no es verdad que a Bolívar en Colombia le fue muy mal hasta después de muerto al relacionarlo con esa gentuza. Partidos liberal y partido conservador en Colombia, eso no tiene nada que ver con la vida y obra de Simón Bolívar. Liberalismo y conservadurismo en Colombia, y que en su nueva versión de bipartidismo uribista-santista, han sido nuestra fatalidad.

Una querida amiga y un buen compañero de luchas políticas al ver el título que le puse a esta conferencia, me hicieron amablemente la observación de que a Bolívar sí lo quisieron acá, ya fueran algunos militares de la época de la independencia, ya fueran los gobiernos posteriores que inundaron de estatuas de Bolívar cuantas plazas y parques hay en Colombia. Yo digo hoy, que eso no es haber querido a Bolívar. Bolívar murió solo, no sólo padeció la perfidia de sus enemigos sino la impertinencia de sus amigos. Respecto de las estatuas, sí hay muchas, en cada pueblo hay una, pero las gentes de esos pueblos no saben quién fue Bolívar, sobre todo no saben cuáles son la tragedias de nuestros orígenes, esa historia no se la saben, bueno ni esa ni ninguna. Ya lo han reiterado algunos, y es verdad, estatuas de Bolívar tan solo para que se las caguen las palomas.

¿Por qué en Colombia nunca quisieron a Bolívar? Hagamos un poco de historia.

John Lynch señala que para Bolívar “fue un cruel sino el que en el mundo que había creado nadie fuera su igual y cualquiera pudiera convertirse en su crítico”[6]. Efectivamente, era una triste paradoja que en aquel inmenso territorio liberado por Bolívar, inmediatamente todos en cada rincón, comenzaran a desestabilizar, a inventar artimañas y a arrogarse su papel de estadistas  que no eran y que tan sólo, en verdad, los movía la ambición de tomar cada un trozo de poder.

No se había ido el último español, y ya comenzaban por todas partes movimientos de desintegración y revueltas. En cada parte una nueva querella. No se olviden que este territorio es lo que es hoy Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, y Bolívar tendría que ir y venir en caballo para tratar de mantener la unión en esa inmensa parte del mundo que libertó. Es en ese contexto y a propósito de la nueva creación de Bolivia, que el Libertador decidió formular un proyecto constitucional pertinente para solucionar el caos de su gran patria América. Como ya se ha dicho, Bolívar no quería imitar las constituciones liberales, ni mucho menos las retrogradas monárquicas, él tenía claro que la América requería unas leyes propias a las difíciles y únicas circunstancias que teníamos.

El pensamiento político de Bolívar se concretará en su Constitución de Bolivia, aquella misma que será la más criticada por sus contemporáneos, ni en la misma Bolivia se aplicó en su totalidad, él la proponía para toda su América libertada, nadie se la aceptó. En términos generales, nos explica el historiador Mario Hernández Sánchez-Barba, que el proyecto constitucional de Bolívar configuraba tres campos políticos: “En el campo de las libertades, la abolición de las castas, la esclavitud y los privilegios; respondiendo al deseo igualitarista, el Poder Electoral era una vía para conseguir el equilibrio social. Y el campo más importante y decisivo, era la creación de un poder presidencial […] La solución constitucional de Bolívar ofrece una solución política; rechaza el Estado absolutista, pero sin el debilitamiento del Estado que, estima, es el defensor natural de los débiles y el mejor instrumento capaz de extender el bien público a través de las leyes que corrigen las diferencias que pudieran producirse en la relación política, es decir, en la convivencia social”[7]. En realidad el proyecto constitucional de Bolívar era bastante lúcido, original y defensor de lo público, pero sus contemporáneos sólo se fijaron en el aspecto más polémico, la constitución contemplaba para el poder ejecutivo una presidencia vitalicia con derecho a elegir su sucesor. Hasta ahí llegó el amor al Libertador, en adelante, todos le reclamarían que eso era, simplemente, una monarquía. Nadie entendió nada. Bolívar explicó en su discurso de presentación del proyecto constitucional este punto polémico, así: “El Presidente de la república viene a ser en nuestra Constitución como el sol que firme en su centro da vida al universo. Esta suprema autoridad debe ser perpetua; porque en los sistemas sin jerarquía, se necesita, más que en otros, un punto fijo alrededor del cual giren los magistrados y los ciudadanos, los hombres y las cosas. Dadme un punto fijo, decía un antiguo, y moveré el mundo”[8]. Hablaba de una presidencia vitalicia, no de una monarquía. En su correspondencia se refería a su constitución así: “Yo no encuentro otro remedio que el de la Constitución Boliviana: en ella se encuentra reunido por encanto la libertad más completa del pueblo con la energía más fuerte en el poder ejecutivo”[9]. “El código boliviano es el resumen de mis ideas, y yo lo ofrezco a Colombia como a toda la América”[10].

Nadie quiso discutir siquiera este proyecto. Bolívar terminó admitiendo con pesar que su proyecto de constitución no era querido. Nunca la impuso, este hecho casi nunca se menciona, la Constitución de Bolivia quedo sin ser utilizada, su autor se la guardó para sí. Más allá de discusiones constitucionales, es importante resaltar un hecho que acrecentaba el temor a una presidencia vitalicia, pues que muchos estaban esperando la muerte de Bolívar para obtener el poder presidencial; el primero, Santander, todos sabían que el sucesor que Bolívar elegiría era Sucre, quien, dicho sea de paso, no tenía ninguna ambición política. De esos temores es que se nutrirá el liberalismo, se les estaba insinuando que no tendrían la oportunidad de gobernar. Como bien lo expresa John Lynch, para Bolívar, “la constitución boliviana fue su última solución, la expresión final de sus esperanzas, pero, como sospechaba, sólo Sucre estaba en condiciones de aplicarla y gobernar en su ausencia. Si Sucre era rechazado, ¿qué podía esperarse entonces? No había otros procónsules conformes con ella. A medida que arrastraba su constitución boliviana de un país a otro, ésta se convirtió en un lastre en su equipaje del que no tenía forma de deshacerse. La presidencia vitalicia en particular era un escollo: cerraba el camino al éxito a todos los demás candidatos; negaba a los políticos las gratificaciones de poder y a sus protegidos los frutos de sus cargos”[11].

Pero el asunto es más complejo. En un reciente estudio crítico de la independencia: La majestad de los pueblos en la Nueva Granada y Venezuela, María Teresa Calderón y Clément Thibaud arrojan nuevas luces sobre un problema poco estudiado, y es que pasar de la Majestad del Rey a la Soberanía de los pueblos, es un proceso que no se hace tan fácil, o en todo caso no tan rápido. El hombre moderno ha sido supremamente ingenuo al pretender que de un día para otro se pase de adorar a un rey, a la práctica democrática pura; como si al otro día de mocharle la cabeza al rey ya las masas esclavizadas y fanáticas, por arte de magia, se convirtieran en ciudadanos ilustrados haciendo lúcido uso de su cédula electoral; qué tan rápido olvidamos, que la misma Revolución Francesa, no logró terminar el propio caos que creó, hasta no experimentar nuevamente una nueva majestad, la de Napoleón Bonaparte, no la soberanía del pueblo propiamente.

Pues bien, según Calderón y Thibaud, en nuestro caso “la figura del caudillo suplanta a la del monarca, pero no subvierte sus atributos: se calca sobre ellos. Al igual que el soberano desaparecido, Bolívar es uno y único. A pesar de que no participa de una condición sobrenatural, su preeminencia no conoce equivalente en este bajo mundo. Su superioridad es radical. La gloria y las hazañas libertarias lo impulsan a una altura desde la que sólo se manifiestan las verdades inmutables que remiten al más allá. Su autoridad parece así garantizada por Dios. Al igual que el soberano de derecho divino, su presencia le confiere un punto de anclaje al orden mundano, sustrayéndolo del cuestionamiento que embarga a los mortales, de sus juicios, siempre precarios y cambiantes. Elevar al Libertador al lugar de monarca, consagrarlo emperador, en un movimiento que recuerda a Bonaparte, no constituye pues un deslizamiento que subvierte el proyecto republicano, atribuirle a la veleidad y la ambición personal, sino que evidencia esta dimensión de su autoridad que irá aflorando a lo largo de la crisis”.[12] 

¡Claro! No es que Bolívar quisiera una monarquía como lo acusan los liberales, no es que tan sólo tergiversaran su constitución boliviana, no es que Páez se hubiera enloquecido al sugerirle que se coronara, no es que Santander el más ilustre liberal, quisiera salvar al pueblo de las ansias monárquicas de Bolívar, es que acá no se pasó ni un ápice de la Majestad del Rey a la Soberanía del pueblo. Ya nos lo decía también John Lynch en su prefacio a su reciente trabajo biográfico: “Simón Bolívar tuvo una vida corta pero extraordinariamente plena. Fue un revolucionario que liberó seis países, un intelectual que debatió los principios de la liberación nacional, un general que libró una cruel guerra colonial. Inspiró a la vez devociones y odios extremos. Muchos hispanoamericanos querían que se convirtiera en su dictador, en su rey; mientras que otros lo acusaron de ser un traidor, y hubo quienes intentaron asesinarlo. Su memoria se convirtió en inspiración para generaciones posteriores pero, al mismo tiempo, también en un campo de batalla”[13].

Y Bolívar en medio de esta marejada, tanto los que lo querían como los que lo odiaban lo estaban midiendo con la Majestad de un rey, con razón nadie se detuvo a discutir siquiera sus ideas políticas; para discutir sobre constituciones se requería pasar de la Majestad del Rey a la Soberanía del Pueblo y eso acá no ocurrió. Es más, creo que aún después de 200 años no ha pasado. Cualquier presidentico mafioso acá todavía es adorado con la majestad de un rey.

Mientras tanto Bolívar sobresaltado escribía y escribía, pero nadie le prestaba atención, escuchen algunas de estas frases que he seleccionado de sus cartas. Son desgarradoras en su honestidad y desventura:

“Parece que el demonio dirige las cosas de mi vida”[14].  “Más miedo le tengo a Colombia que a la misma España”[15].  “Libertador o muerto es mi divisa antigua. Libertador es más que todo; y, por lo mismo, yo no me degradaré hasta un trono”[16].  “No sé cómo salir de este laberinto”[17]. “Yo podría arrollarlo todo, mas no quiero pasar a la posteridad como tirano”[18].  “Lo que hago con las manos lo desbaratan los pies de los demás. Un hombre combatiendo contra todos no puede nada”[19].  “Mi mayor flaqueza es mi amor a la libertad; este amor me arrastra a olvidar hasta la gloria misma. Quiero pasar por todo, prefiero sucumbir en mis esperanzas a pasar por tirano, y aún aparecer sospechoso. Mi impetuosa pasión, mi aspiración mayor es la de llevar el nombre de amante de la libertad”[20].  “Cuál será mi posición y mis embarazos, teniendo que luchar contra las pasiones de mis enemigos y aún contra los clamores de mis amigos”[21].  “Serán los colombianos los que pasarán a la posteridad cubiertos de ignominia, pero no yo… Mi único amor siempre ha sido el de la patria; mi única ambición, su libertad. Los que me atribuyen otra cosa, no me conocen ni me han conocido nunca”[22].  “¡Miserables, hasta el aire que respiran se lo he dado yo, y yo soy el sospechoso”[23]. “Mi corazón está quebrantado de pena por esta negra ingratitud; mi dolor será eterno”[24].  “Yo no puedo vivir entre asesinos y facciosos; yo no puedo ser honrado entre semejante canalla… Yo estoy viejo, enfermo, cansado, desengañado, hostigado, calumniado, y mal pagado. Yo no pido por recompensa más que el reposo y la conservación de mi honor: por desgracia es lo que no consigo”[25]. “Jesucristo sufrió treinta y tres años esta vida mortal: la mía pasa de cuarenta y seis; y lo peor es que yo no soy un Dios impasible, que si lo fuera aguantaría toda la eternidad”.[26]

Y no era para menos, recordemos brevemente lo que pasó en tan poco tiempo.

En 1824 ha quedado libertada toda la América. No han pasado dos años y Santander quiere someter a Páez, Páez no se deja y amenaza con separar a Venezuela de Colombia, Bolívar no sabe qué hacer, si le sigue el juego a Santander pierde a Venezuela, si interviene a favor de Páez logra sostener unido a Venezuela pero se enoja Santander. Bolívar opta por lo último y ratifica a Páez como jefe superior de Venezuela. El congreso que debería celebrase en 1831 se adelanta y se realiza la convención de Ocaña, allí se enfrentan los santanderistas con los bolivaristas, Bolívar no sabe cuál de las dos facciones es peor, ya no tiene esperanzas. De la convención no sale nada y le toca asumir el mando entre las más agitadas revueltas, esta nueva posición lo enferma más. El 25 de septiembre de 1828 en Bogotá intentan asesinar a Bolívar. Manuelita lo  salva, la libertadora del Libertador. Pero Bolívar ya está muerto en vida. Los culpables son fusilados, menos uno, Santander, quien se le comprobó su culpabilidad pero a Bolívar le sugieren que a este se le dé el indulto y sólo lo mandan al exilio. Entre tanto Perú se rebela y se apodera de Guayaquil. Bolívar corre al Ecuador, con la ayuda de Sucre controlan al Perú. A finales de 1829 Bolívar regresa a Bogotá, le llegan las cartas de sus amigos sugiriéndole que se haga coronar, Bolívar desaprueba categóricamente tales ideas. Acá en Antioquia el valeroso José María Córdova creyendo las estupideces de que Bolívar se iba a coronar se levanta en armas con 300 hombres en contra del Libertador, después del combate un irlandés del ejército patriota asesina al bravo león. Otra muerte innecesaria y absurda. Unos quieren que sea rey, otros le atribuyen que él quiere ser rey. Todo era un caos, una locura, Bolívar no aguanta más. El 20 de enero de 1830 presenta su renuncia a la presidencia ante el Congreso. Es hora de partir, en la más profunda desilusión Bolívar se va pero no sabe para dónde. ¡Qué ironías, ahora que tan sólo es un ciudadano pide permiso al Congreso para irse para Venezuela y se lo niegan! El 8 de mayo salé de Bogotá hacia su destino final. Como no tiene dinero con que irse deja a Manuela en la fría Bogotá rodeada de canallas, y sale para la costa, a ver cómo consigue recursos para salir del país. Otra ironía, el creador de Colombia se acuerda que no tiene pasaporte para salir del país. Mientras que Bolívar hace su último viaje se entera que su discípulo y amado Sucre es asesinado el 4 de junio en Barruecos, un guerrero noble cuya única ambición era irse a descansar con su esposa e hija, asesinado únicamente por querer y serle fiel a Bolívar. Se acaba la época de los héroes y comienza la de los asesinos. Bolívar ya sólo espera la muerte en una finca prestada, sin nada, todo lo que había hecho y “a la hora de irse no se llevaba ni si quiera el consuelo de que se lo creyeran”[27]

Cuando Bolívar salió por última vez de Bogotá, nos relata Lynch, “La turba salió a las calles para celebrar la partida de Bolívar quemando retratos suyos y gritando a favor de Santander”[28].

Toda esta historia es también edípica. Bolívar es el padre, al que se adora y se venera, pero también el que se teme y se odia, al que también se quiere matar y santificar, ¿cómo purgar la culpa de todos sus asesinos? Colgando miles de cuadros con sus imágenes y erigiendo miles de estatuas, ¿no?

La historia de los pueblos creados por Simón Bolívar, muestra que éstos no siguieron su enseñanza, no siguieron el rumbo que les trazó su padre. Gilette Saurat en un breve párrafo relata lo que ocurrió después de la muerte de Bolívar: “Con la muerte de Bolívar acabó el tiempo de los héroes, y comenzó el tiempo de los asesinos. Santander regresó del destierro para presidir al fin solo los destinos de una república que repudiaría hasta el nombre de Colombia para tomar el de Nueva Granada. José Hilario López se instalará, también, con la frente en alto en el solio del primer magistrado del país, y lo mismo José María Obando. Desde entonces la vida política tendrá el semblante de esos hombres, estrechez, demagogia, crueldad. Bajo etiquetas diferentes, sus herederos ocuparán por turnos el proscenio. Se darán golpes de pecho en nombre de la patria –de ellos ésta no recibirá grandeza alguna- y del pueblo que sólo conocerá la ignorancia, la miseria y la servidumbre. Así se preparará el soporte de una estirpe de tiranos que abandonarán el continente a la explotación económica del extranjero”.[29]

¿No ha sido ésta nuestra historia desde 1830 hasta hoy? Efectivamente, vivimos todavía el tiempo de los asesinos, recuerden el asesinato de Rafael Uribe Uribe, el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, ¿saben ustedes cuántos asesinatos políticos se han dado en Colombia desde la muerte de Bolívar hasta hoy? La respuesta exacta no la sabemos, pero los que sí sabemos, es que la cifra es considerablemente monstruosa y extravagante. “Os ruego que permanezcáis unidos, para que no seáis los asesinos de la patria y vuestros propios verdugos”[30]. Esa era su súplica, ya ven, hasta el momento hemos hecho todo lo contrario. Sin embargo, la presencia de Bolívar sigue allí, en los campos de la eternidad. No es un juego, no es sentimentalismo, no es sólo material para poetas; Bolívar, su memoria, sigue haciendo una advertencia, si Suramérica no es libre, no será nada.

El historiador Mario Hernández Sánchez-Barba juzgó la función de Simón Bolívar en la historia de esta manera: “El problema para Bolívar radicó en cómo llevar a cabo un proyecto, cuando le falla el «Poder Constituyente» y la «Sociedad Civil». […] En el pensamiento de Bolívar existe, por una parte, una evidente coherencia, y, por otra, una considerable persistencia en torno al inconmovible principio de la unidad. […] Su objetivo básico era la creación de una República fuerte, sobre su propia autoridad personal y el prestigio alcanzado en la guerra triunfante. Para establecer este sistema de poder trató de conseguir una institucionalización capaz de ahormar la nueva situación política, una vez que había quedado destruida la sólida red vertical de instituciones españolas. […] Bolívar, ilustrado en su formación y romántico en la acción, entregó su vida activa a un ideal político: conseguir la unidad en la organización de la convivencia, lo que llevó a la sima profunda de la frustración. Intentó, hasta la muerte, un nuevo ordenamiento de la sociedad, pero el ambiente no resultó en absoluto propicio, pues el pueblo, de modo especial en tiempo de revolución y de cambios rápidos, visceralmente inasimilables, era mucho más proclive a la dispersión, el cantonalismo y la soberbia de la individualidad, que al orden, la unidad y la afirmación de las instituciones entendidos no sólo como valores básicos, sino esenciales para el buen funcionamiento de una comunidad como la que quiso —y no pudo— conseguir Bolívar”.[31]

Por su parte John Lynch al juzgar el legado de Bolívar escribió: “Bolívar no era idealista hasta el punto de creer que América estaba preparada para una democracia pura o que la ley podía anular de forma instantánea las desigualdades producto de la naturaleza y la sociedad. En su opinión hasta que los pueblos de Hispanoamérica no adquirieran las virtudes políticas, […] los sistemas de gobierno popular, lejos de ser una ayuda, podían ser su ruina. Bolívar no confiaba en el pueblo como masa, la herencia del sistema colonial, y, para conseguir que estuviera preparado para la libertad, era necesario reeducarlo bajo la tutela de un poder ejecutivo fuerte. […] Criticar a Bolívar, como se le criticó en su época y como no se ha dejado de hacerlo, por no ser un demócrata liberal, sino un absolutista conservador, es descontextualizar la discusión. Del mismo modo en que había respondido a quienes querían convertirlo en un monarca que «ni Colombia es Francia, ni yo Napoleón», Bolívar habría podido decir a sus críticos liberales «ni Colombia es Estados Unidos, ni yo Washington». […] Esta no era la sociedad homogénea del norte del continente, sino una población multiétnica, en la que cada raza tenía sus propios intereses y, así mismo, su propia intolerancia.”[32]


Bolívar es el creador de Suramérica. Fundó nuestra identidad colectiva. Él está más allá de las facciones y de los partidos. Bolívar es una idea de libertad que nunca termina. Así muchos le quieran restar su protagonismo en la lucha de independencia, es imposible desligarlo de los acontecimientos que nos constituyeron. Su legado político, su postura republicana es impecable y paradigma de creación política para todo el mundo; si sus ideas fueron mal entendidas y viciadas no fue culpa de él. Si Colombia se hizo goda y santanderista no fue culpa de él.

República, unidad y libertad. Esta fue la lección de Bolívar para Suramérica. Hoy día cuando nuestros males no dejan de suceder, se hace más vigente la vida y obra del Libertador. Su gloria cada vez se hace más grande y quizá falte mucho tiempo para que lo reconozcamos y lo tomemos en serio, pero aún así, a pesar del actual desconocimiento que sobre él hay en Colombia, su gloria crece más.

A mediados del siglo XIX y XX en Colombia se creó un Bolívar conservador oficialista, acomodado para los intereses patrioteros de la oligarquía conservadora y liberal, se erigieron miles de estatuas y se imprimieron miles de cartillas con una historia patria y boba para esterilizar las mentes de los niños y enseñar dogmáticamente un Bolívar irreal. Lograron su cometido, muchas generaciones de colombianos crecieron odiando esa mal contada historia patria. Después de la mitad del siglo XX, entre violencia y hambre, Bolívar fue olvidado, las cátedras bolivarianas desaparecieron, sólo quedaron por allí algunas sociedades bolivarianas con unos eminentes ancianos historiadores de oficio que mientras vivían sus últimos años parecían ser de otra época y mundo. Al final del siglo XX, Bolívar volvió a aparecer, las guerrillas tomaron su nombre como bandera, ¿qué tanto serán consecuentes con el pensamiento del Libertador? eso aún está por verse. Por ahora sólo se ha generado un inconveniente, a quienes amamos a Bolívar, que aunque somos pocos aún existimos, nos estigmatizarán y señalarán, porque en Colombia Bolívar pasó de ser una estatua  a ser olvido, y de allí, a ser subversivo.

Tal vez nos falta mucho para ver el fin del tiempo de los asesinos, nuestro origen fue una pasión de libertad encarnada en el hombre Simón Bolívar; a pesar de los miserables que aún detentan el poder, la pasión de unidad y libertad de Bolívar volverá. En algún momento volverá.

La mayoría de los que están presentes en este auditorio, escuchando esta mi última conferencia en Medellín, que muy amorosamente me están brindado su ayuda, para emprender mi  anunciado viaje a la tierra de Bolívar, saben que fui un chico temeroso, que me encerré en mis libros temiendo la violencia de las calles de Medellín, aferrado al amor de mi madre, mi padre y mis hermanos, —Mi familia que hoy está aquí presente, a quienes aprovecho la ocasión para agradecerles por la vida y para ofrecerles excusas por mis locuras— Digo, la mayoría de ustedes, saben que por miedo o por neurosis, yo construí mi identidad alrededor de la búsqueda insaciable de Bolívar, por él me hice historiador y a partir de él he construido mi existencia, los que me conocen saben que nos estoy exagerando. Ahora, cuando me encontré en un punto quieto, donde no pasa nada más con mi vida, cuando tan sólo he acumulado más y más torpezas en el amor y en el cotidiano vivir, vuelvo a seguir el rumbo que un día elegí, seguir las huellas de Bolívar, ¿que si estoy loco? Tal vez. Pero yo prefiero ser loco, danzar, volar, jugar…… a estar muerto en vida, tal cual como nos pretenden someter el capitalismo y el cristianismo.

Y ahora, parafraseando al Manuelito Fernández en Don Mirócletes de Fernando González... irme yendo, repito, para Venezuela, la patria del Frank David Bedoya Muñoz que deseo llegar a ser. Venezuela es la tierra de Bolívar y todo suramericano es venezolano. Irme yendo para allá, en busca de Bolívar, la única energía del continente.

¿Se me ha comprendido? Para afirmar la vida yo elijo a Bolívar.

Muchas gracias.      


[1] Gabriel García Márquez, El general en su laberinto, Editorial Oveja Negra, 1989, p. 43.
[2] Simón Bolívar, Obras Completas, FICA. Fundación para la Investigación y la Cultura, 2008, Tomo IX, p. 535.
[3] Citado en: John Lynch, Simón Bolívar, Crítica, 2006, p. 335.
[5] John Lynch, Simón Bolívar, Crítica, 2006, p. 338.
[6] Ibíd., p. 266.
[7] Mario Hernández Sánchez-Barba, Simón Bolívar. Una pasión política, Ariel, 2004, p. 217.
[8] Simón Bolívar, Discursos y proclamas, edición digital de la Fundación Biblioteca Ayacucho.
[9] Simón Bolívar, Obras Completas, FICA. Fundación para la Investigación y la Cultura, 2008, Tomo V, p. 315.
[10] Ibíd., p. 332.
[11] John Lynch, Simón Bolívar, Crítica, 2006, p. 334.
[12] María Teresa Calderón y Clément Thibaud, La Majestad de los Pueblos en la Nueva Granada y Venezuela 1780-1832, Editorial Taurus, 2010, p. 204.
[13] John Lynch, Simón Bolívar, Crítica, 2006, p. VII.
[14] Simón Bolívar, Obras Completas, FICA. Fundación para la Investigación y la Cultura, 2008, Tomo IV, p. 179.
[15] Ibíd., Tomo V, p. 243.
[16] Ibíd., Tomo V, p. 393.
[17] Ibíd., Tomo VI, p. 192.
[18] Ibíd., Tomo VI, p. 266.
[19] Ibíd., Tomo VI, p. 275.
[20] Ibíd., Tomo VI, p. 335.
[21] Ibíd., Tomo VI, p. 505.
[22] Ibíd., Tomo VII, p. 304.
[23] Ibíd., Tomo VII, p. 320.
[24] Ibíd., Tomo VIII, p. 77.
[25] Ibíd., Tomo IX, p. 452.
[26] Ibíd., Tomo IX, p. 169.
[27] Gabriel García Márquez, El general en su laberinto, Editorial Oveja Negra, 1989, p. 43.
[28] John Lynch, Simón Bolívar, Crítica, 2006, p. 363.
[29] Gillet Saurat, Bolívar. El Libertador, Editorial Oveja Negra, 1987, p. 602.
[30] Simón Bolívar, Obras Completas, FICA. Fundación para la Investigación y la Cultura, 2008, Tomo IX, p. 322.
[31] Mario Hernández Sánchez-Barba, Simón Bolívar. Una pasión política, Ariel, 2004, p.257.
[32] John Lynch, Simón Bolívar, Crítica, 2006, p. 373.

martes, 3 de julio de 2012

El sudoku más difícil del mundo

El sudoku más difícil del mundo:
El que vais a ver a continuación es el sudoku más difícil del mundo. Ha sido creado por Arto Inkala, un matemático finlandés que ha buscado una cuadrícula que sólo pueden resolver las mentes más prodigiosas. ¡A ver si alguno de vosotros es capaz de resolverlo! Os dejo toda la semana para resolverlo va…
el sudoku mas dificil del mundo El sudoku más difícil del mundo
Nota: El viernes actualizaré esta entrada con la solución.
El sudoku más difícil del mundo es una entrada publicada en Blog de Humor

María Corina Machado: Chávez no está en capacidad de gobernar

María Corina Machado: Chávez no está en capacidad de gobernar:

faes Machado, a la izquierda, ayer en el curso de FAES junto a Ignacio Astarloa y Miguel Ángel Cortés
Menos de cien días. Es el tiempo que falta para que Venezuela celebre unas elecciones presidenciales que la oposición, reunida en torno a la Mesa de Unidad Democrática, confía en poder disputarle a Hugo Chávez. Tras más de 12 años en el cargo y pese a sus problemas de salud, el mandatario aspira a ser reelegido. Una de las figuras más carismáticas de esa coalición de partidos -encabezada por Henrique Capriles- que hará frente a Chávez el 7 de octubre es la diputada independiente María Corina Machado, la candidata más votada en las elecciones de 2010, que participó ayer en el Campus FAES, de la fundación impulsada por el expresidente Aznar, en la localidad madrileña de Navacerrada, reseña el diario español abc.es.
Durante una conferencia titulada «La unión de los afines, una esperanza para Venezuela», Machado calificó de «encrucijada histórica» el actual momento político en Venezuela, a tres meses de la cita con las urnas. «Una generación puede cambiar realmente el país, la historia de muchas generaciones por venir», dijo la diputada opositora, que lamentó que «en el propio país muchos no asuman la importancia del momento». Machado aludió en su discurso a diversos factores que podrían condicionar las elecciones de octubre, como «la salud del presidente, qué van a hacer las fuerzas armadas, cómo va a actuar la comunidad internacional» o «qué va a pasar con el precio de petróleo», cuestiones que trató con ABC tras finalizar su intervención.
— La coalición de la que forma parte está tratando de captar votantes acercándose a la gente y conociendo sus problemas reales. ¿Qué les ofrece su partido?
— El Gobierno de Hugo Chávez, a pesar de la bonanza petrolera, ha demostrado su absoluta incapacidad. Él quiere una sociedad absolutamente dominada, un país cuartel, un país esclavo. Pero ese país ha abierto los ojos. Venezuela necesita inversiones y confianza, eso es lo que representa Capriles: superación, respeto. Y hoy somos mayoría los que pensamos así.
— Sin embargo, las encuestas no reflejan esa mayoría y aún siguen otorgando una amplia ventaja al presidente. ¿El mensaje de Capriles no cala o no llega?
— Lo que dicen las encuestas es para desmotivar, para desmovilizar a la oposición. Las encuestas en regímenes autoritarios como el venezolano acarrean un margen de error muy grande, por el miedo… Y muchas son pagadas por el Gobierno, que desarrolla una estrategia basada en crear terror, porque sabe que es minoría. Las elecciones en Venezuela no son justas ni libres. Un ejemplo es que más del 40% de la población piensa que el voto no es secreto.
— A pesar de que la información sobre la salud de Chávez es difusa, parece claro que su enfermedad no le deja desempeñar sus funciones con normalidad. ¿Cree que está en condiciones de afrontar un nuevo mandato?
— Chávez ha estado 200 días fuera de su gestión como presidente. Esto solo ocurre en un régimen autoritario. Venezuela está a la deriva, Chávez no está en capacidad de gobernar.
— ¿Y no hay forma de demostrarlo y forzar su reemplazo?
— Hacen lo que les da la gana, porque tienen la mayoría en el Parlamento y también controlan el Tribunal Supremo. Pese a todo, nuestro deseo es que Chávez participe en las elecciones, para que asista a la victoria de Henrique Capriles el 7 de octubre.
— Dígame cuáles serían las tres prioridades de un eventual gobierno de Henrique Capriles.
— Lo primero, generar confianza, que es fundamental para la estabilidad, para el empleo, para captar recursos e inversiones y para pagar por las empresas expropiadas ilegalmente. Lo segundo, traer a los mejores hombres y mujeres al Gobierno para acabar con la inestabilidad y aumentar la calidad de vida. Y en tercer lugar, reducir la inseguridad: el actual Gobierno sabe dónde operan los grupos armados, pero no actúa por falta de voluntad política.
— ¿Qué relación con España promueve su partido y cómo ve la sociedad española a la oposición venezolana?
— La relación con España es muy importante para nosotros, por ser la puerta hacia Europa. En los últimos años ha tenido diversos momentos. Esperamos que los españoles no nos abandonen en este momento, que no nos den la espalda. Porque hay Estados que reconocen al Gobierno venezolano, que lo apoyan, a pesar de que el Gobierno de Chávez dejó de ser democrático hace mucho tiempo.
— ¿Se ve ocupando algún cargo en el Gobieno en caso de que Capriles gane las elecciones de octubre?
— Yo voy a estar donde sea más útil, y ahora ese lugar se encuentra junto a Henrique Capriles, apoyándole en la campaña electoral.



Según el CSIC, el LHC confirma la existencia del bosón de Higgs

Según el CSIC, el LHC confirma la existencia del bosón de Higgs:
Pues parece que la larga telenovela sobre física cuántica llega a su fin: el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), según informa el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), ha confirmado la existencia de la llamada ‘partícula de Dios’, el esquivo y pequeñísimo bosón de Higgs.
Según palabras de Emilio Lora-Tamayo, presidente del CSIC:
Parece ser que el miércoles día 4 se confirmará en una presentación en el CERN la evidencia de una señal de existencia del bosón de Higgs con masa 125 GeV [gigaelectronvoltios] (unas 130 veces la masa del protón). Los dos experimentos ATLAS y CMS del CERN son la fuente de esta información, que ya fue ‘apuntada’ por datos del año pasado.
El hallazgo sería uno de los más importantes en física de partículas de las últimas décadas y merecería un premio Nobel, cerrando finalmente más de medio siglo de investigación en busca del funcionamiento de la materia en sus escalas más pequeñas. Higgs, pues, confirmaría el llamado Modelo Estándar, pues otorgaría masa al resto de partículas, un mecanismo fundamental para que la materia permanezca unida y haga posible la existencia del universo.
En 1964 Peter Higgs presentó una teoría, aún no confirmada experimentalmente, en la que postulaba que la masa de las partículas era en realidad una interacción con el campo de Higgs, formado por sus bosones. En pocas palabras ésta sería la explicación que la física teórica presenta ante la pregunta de porqué las cosas tienen masa. El bosón de Higgs es la partícula elemental (o cuánto) que compone el campo de Higgs, al igual que los fotones de la interacción electromagnética, los bosones W y Z de la fuerza nuclear débil o los bosones G de la fuerte.
Vía | Materia



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