sábado, 21 de agosto de 2010
Políticos Ricos Ciudadanos Pobres
“No puede haber patriotismo sin libertad; ni libertad sin virtud; ni virtud sin ciudadanos. Crea ciudadanos y tendrás todo lo que necesitas; sin ellos no tendrás sino esclavos envilecidos, desde los gobernantes del Estado hacia abajo” Jean Jacques Rousseau
Al momento de revisar algunos autores clásicos que han escrito sobre Democracia y ahondar en ese concepto tan profundo pero a la vez sencillo, termino coincidiendo con lo planteado por Lincoln que la “Democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, ahora esta definición tan simple y fácil de digerir y entender no ha sido asimilada aun por los “inteligentes” políticos que nos gobiernan, ya que el gobierno ni está al servicio del pueblo, ni para el pueblo, sino que está al servicio de los políticos y para los partidos políticos. Afirmación que hago con propiedad al evidenciar el grado descomposición social, la pobreza, los altos índices de criminalidad, desempleo, inflación, el desastre en los servicios públicos, el deterioro de los hospitales, colegios, funcionarios públicos sub pagados, en fin la desatención generalizada por los tres niveles de gobierno en los asuntos ciudadanos. Siendo nosotros los afectados directos del desgobierno y los políticos por el contrario los notamos cada vez más acomodados con los privilegios que le brindan sus cargos, influencias, sueldos, comisiones, prerrogativas; tales como carros blindados, chofer, viáticos, grandes banquetes en restaurantes lujosos, viajes en avión, guardaespaldas, fiestas, comisiones, clínicas privadas, vacaciones en el extranjero, villas cerradas, entre otras exenciones propias de manejar el poder, los presupuestos públicos a su libre albedrío y sin discreción alguna, bajo el auspicio de sus cómplices leales en las contralorías y legislaturas ya que finalmente forman parte de la misma casta, indistintamente del color o “ideología” que ostenten.
Plantea Giovanni Sartori que los partidos políticos son conductos de expresión; es decir, pertenecen, en primer lugar y por encima de todo, a los medios de representación: son instrumento, o una agencia, para representar al pueblo y expresar sus exigencias, visto de esta manera yo me pregunto ¿realmente los políticos venezolanos están al servicio de los ciudadanos?, o será acaso que los políticos de hoy no han consultado los clásicos como Abraham Lincoln y los gurú de la politología como Sartori, para convertirse en poderosos dominantes, que utilizan sus partidos políticos como instrumentos de manipulación, dominación y control de la vida ciudadana o será como lo plantea Francisco Rubiales en su obra Políticos Los Nuevos Amos “Haber permitido que los partidos políticos se transformaran en refugio de opresores y en maquinarias obsesionadas por el poder han sido dos errores terribles de los ciudadanos libres. Ese fallo en las defensas ha hecho posible que muchos depredadores se instalen como «nuevos amos» en el corazón de una democracia que previamente han corrompido mediante distintas estrategias”.
De tal manera, el comportamiento demostrado por los políticos en el ejercicio del poder, conlleva a generar una reflexión profunda por parte de la ciudadanía, al momento de elegir a sus gobernantes, ya que finalmente somos nosotros quienes les brindamos la oportunidad de representarnos, muchas veces siguiendo solo un nombre o una sigla o un color sin conocer, propuestas, trayectoria y capacidad para ejercer el cargo público al cual será electo (la culpa no es del mono sino de quien le dio la hojilla), derivándose entonces que mientras existan ciudadanos que no le den importancia y valor a su voto, tendremos políticos que no le darán importancia y valor al ciudadano.
En este sentido seguiremos eligiendo a políticos profesionales como lo cita Rubiales sin desperdicio alguno “Se comportan en el poder público democrático como lo hacían los antiguos señores ungidos. Se saben poderosos y blindados por las urnas, muchos de ellos amparados en la inviolabilidad y en la inmunidad, por ser cargos electos, y ejercen el poder sin complejos, sin tener en cuenta la eficiencia, con lujo y boato, con actitudes altivas y lejanas a esa humildad y austeridad que ennoblecen el liderazgo. Creen que el poder sin ostentación no es auténtico poder y justifican su lujo afirmando que el Estado y la representación del pueblo soberano deben brillar con la dignidad debida. Poseen un extenso y astuto elenco de argumentos para justificar cada gesto de poder, cada movimiento de gobierno. Se mueven acompañados siempre de una corte de asesores, amigos, colaboradores, periodistas, empresarios y gente influyente a la que siempre intentan impresionar. Olvidan que mandar es servir y actúan como pequeños emperadores de la democracia, como ridículos reyezuelos inmersos en privilegios y lujos que la historia hace tiempo que erradicó porque eran propios del «Antiguo Régimen», siempre rodeados de aduladores y de cortesanos. Son los nuevos amos, los que ostentan el poder político en las modernas sociedades democráticas, muchos de ellos sin ni siquiera creer en la democracia “
Valida la cita de Francisco Rubiales, la cual comparto en su totalidad, me permito también dejar claro que para el ejercicio de la Democracia son esencialmente importantes los partidos políticos, sin embargo deben ser partidos que desarrollen una acción política coherente con sus principios o ideologías, que ejerzan la democracia interna para elegir cargos de representación popular y a sus directivos, que permitan la pluralidad, alternabilidad en el poder, la participación, discusión de las ideas y el debate sobre el que hacer social, que formen a sus dirigentes para asumir cargos de gobierno con eficiencia, transparencia, ética y en beneficio de los ciudadanos dejando a un lado aquella frase “que en política todo vale” y concentrarse más en el valor de sus principios. Asimismo se exige la participación protagónica de los ciudadanos, que dejen atrás la apatía, la decepción, la indiferencia, la alcahuetería de las mentiras insostenibles de los políticos profesionales.
La sociedad exige ciudadanos, críticos de los políticos indistintamente del partido que sean, ciudadanos que exijan cuentas sobre la utilización de los dineros públicos, ciudadanos que se incorporen a lucha por las libertades ciudadanas, el bien común y por los derechos que tenemos ante el Estado Omnipotente, por ese Estado representado por políticos desfasados que se consideran “Los Nuevos Amos” debemos asumir con compromiso y coraje el papel que nos corresponde al dejar de ser súbditos y complacientes, y el llamado es a empoderarnos y revelarnos ante ellos para dejar de ser ciudadanos pobres ante políticos ricos.
Alfonso Hernández/ Politólogo
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La felicidad es elástica
La felicidad es elástica
De la misma manera que una persona perpetuamente infeliz no es biológicamente factible, tampoco lo es una persona perpetuamente feliz (no buscaría maneras de mejorar su existencia y, por tanto, de progresar en un mundo cambiante y amenazador). Así pues, la búsqueda de la felicidad se asemeja un poco a la zanahoria que cuelga siempre a unos centímetros del belfo del asno.
La felicidad duradera es una quimera.
Muchos estudios, además, sugieren que nacemos con algo así como una cuota de felicidad determinada por el ADN. Podemos sufrir subidones de felicidad (encontrar pareja, ganar la lotería, etc.) o bajones de felicidad (quedarse sin trabajo, etc.), pero no tardaremos en regresar al nivel de felicidad después de este tipo de acontecimientos.
Así que nada proporciona La Felicidad. Ni siquiera los tan cacareados como el dinero, el amor o la salud.
En realidad, el segumineto de personas que han ganado la lotería y de pacientes con daños en la médula espinal revela que, al cabo de un año o dos, esas personas no son más felices ni más tristes que los demás. Nuestra sorpresa al saber esto proviene en parte de nuestra incapacidad para darnos cuenta de que hay cosas que no cambian. La persona que gana la lotería seguirá teniendo parientes con quienes no se lleva bien y quienes sufren una parálisis se seguirán enamorando.
Como el psicólogo Daniel Gilbert ha demostrado, cuando pensamos en las cosas que podrían suceder, tendemos a centrarnos sólo en lo más evidente. Además, no tenemos en cuenta nuestra capacidad para adptarnos a las circunstancias.
¿Entonces estamos atrapados en nuestra propia espiral genómica de felicidad? Hasta cierto punto. Podemos esforzarnos por cambiar nuestra concepción de la felicidad, por ejemplo.
Los estudios de gemelos idénticos y no idénticos demuestras que los gemelos idénticos tienen mayor tendencia a exhibir el mismo nivel de felicidad que los gemelos fraternos o los hermanos. Los genetistas de la conducta han empleado estos estudios para calcular cuántos genes importan y han llegado a la conclusión de que la felicidad duradera depende de un cincuenta por ciento de la idea fija que de la felicidad tenga la persona (y si la ha hecho realidad), en un diez por ciento de sus circunstancias (por ejemplo, dónde vive, cuánto dinero tiene, cuál es su estado de salud) y en un cuarenta por ciento de lo que elige pensar y hacer. Por supuesto, nuestras experiencias en la vida pueden cambiar nuestro estado de ánimo durante un tiempo, pero en la mayoría de los casos estos cambios son transitorios.
Vía | Conectados de Nicholas A. Christakis
miércoles, 18 de agosto de 2010
La decisión de la corte no afecta el plan Colombia: Santos.
La decisión de la corte no afecta el plan Colombia: Santos.
El vicealmirante Álvaro Echandía Durán, comandante de la Armada Nacional, manifestó este miércoles que la decisión tomada por la Corte Constitucional sobre el acuerdo militar con Estados Unidos no afecta las operaciones contra el narcotráfico que se realiza con apoyo de ese país.
Explicó que las labores de control que realiza esta Fuerza no serán modificadas puesto que desde 1997 ya se tenía un acuerdo de interdicción marítima con la nación norteamericana.
"El acuerdo marítimo con Estados Unidos es un acuerdo anterior a este firmado en el año 2009, el cual ha venido funcionando y ha sido absolutamente exitoso en la lucha contra el narcotráfico. La sentencia de la Corte no habla de los acuerdos anteriores, este fallo no tiene ninguna influencia sobre lo que estaba funcionando", explicó el vicealmirante Echandía.
Vale recordar que un acuerdo de interdicción marítima es aquel que permite la operación de las marinas de los dos países que lo firman, para lograr que todas las embarcaciones que están desarrollando actividades ilícitas, en este caso el narcotráfico puedan ser detectadas y capturadas y decomisada la mercancía, operaciones que se realizan en aguas internacionales puesto que las que se desarrollan en la franja del mar territorial, las hacen los miembros de la Armada Nacional.
De la misma manera el Comandante de la Armada manifestó que en este momento en el país no se ha implementado nada que tenga que ver con el nuevo acuerdo y dijo que "lo que estamos haciendo en la lucha contra el narcotráfico hasta el día de hoy no tiene ninguna variación".
"Cualquier acuerdo tiene un periodo de implementación, sobre eso ni siquiera se había empezado a hablar, no teníamos ningún cronograma y no podíamos hacerlo porque todavía no estaba perfeccionado, hasta que no esté perfeccionado cualquier acuerdo", indicó.
Respeto por fallo de la Corte
Finalmente expresó que la Armada respeta la decisión tomada por el alto tribunal e informó que con el trabajo conjunto que se ha hecho con Estados Unidos se han podido incautar, durante el 2010, un total de 13,6 toneladas de cocaína.
Por su parte el contralmirante Ricardo Galvis Covo, jefe de operaciones navales de la Armada Nacional, dijo que desde que Colombia tiene el acuerdo con Estados Unidos desde hace 13 años, entre las dos marinas se hacen incautaciones con un promedio anual de 45 toneladas de cocaína.
"Este material tiene un gran valor en el mercado de los Estados Unidos y representa grandes ingresos para el narcotráfico que usan para comprar armas y para delinquir. Hay que tener en cuenta que al por mayor en ese país el kilo del estupefaciente puede valer entre 25.000 dólares y 30.000 dólares", precisó el contralmirante.
Fuente: elcolombiano.com