De la emergencia económica a la emergencia humanitaria, hacia el abismo o hacia el cambio
Entrando ya el mes de febrero preocupa, más no sorprende, la total pasividad del régimen ante la necesidad de tomar medidas concretas e inmediatas para afrontar la "dramática" ("catastrófica" según Del Pino) crisis económica que atraviesa el país, evidenciada en los peores indicadores del mundo: caída del PIB de -10% e inflación de 275% en 2015 (estimada en 2016: 720%), según el FMI. Si bien esa inercia del régimen contrasta con la premura que implica una declaratoria de emergencia económica, es coherente con su conducta pasada de inacción, de ganar tiempo, del "Dios proveerá", y con la atribución de la crisis a una supuesta "guerra económica".
La tozudez ideológico-dogmática e irresponsable del régimen, más simple ignorancia, han ocasionando un empobrecimiento acelerado de los venezolanos, como lo muestran las cifras de la ENCOVI: dos tercios de los hogares eran pobres en 2015 y dos tercios de éstos ya se encontraban en situación de pobreza extrema. Es decir que su ingreso familiar no cubría el pago de la canasta alimentaria, estimada por el Cendas en 93.600 Bs. en diciembre 2015 (la canasta básica estaría en 139.273,68 Bs.).
Pobreza en Venezuela | ||
según ingreso familiar | 2014 | 2015 |
N° de hogares (%) | ||
Pobreza extrema | 23,6 | 49,9 |
Pobreza general | 48,4 | 73,0 |
No pobres | 51,6 | 27,0 |
Fuente: ENCOVI 2015. UCAB-UCV-USB |
Al tomar otras dimensiones de la crítica situación, tarea difícil por lo demás dada la total opacidad de las cuentas y datos públicos, se evidencia ya una crisis institucional generalizada en el país, en la cual se realimentan las crisis económica, alimentaria (desabastecimiento, colas, precios inaccesibles …), de salud (desabastecimiento de medicamentos e insumos médicos, epidemias, muertes evitables ….), de servicios públicos (deficiente suministro de agua, electricidad, transporte, comunicaciones …), inseguridad, corrupción.
Como se ha señalado interna e internacionalmente, a la raíz de la compleja problemática se encuentra el fracaso del modelo socialista rentista, estatista, centralista (e insostenible), cuyas nefastas consecuencias se manifestaban ya antes de la caída de los precios del petróleo. Las erradas y arbitrarias políticas públicas, el desorden fiscal y monetario, el desenfrenado e irresponsable endeudamiento público y el despilfarro de divisas durante la bonanza petrolera (la más larga y elevada …), la destrucción del aparato productivo (controles de precios y cambios, expropiaciones, confiscaciones …) y la consecuente substitución de la producción interna por importaciones (al revés del precepto), han llevado al país a una extremada dependencia de los dólares por exportación petrolera, hoy día significativamente disminuidos por la caída de los precios.
De nada sirve la creación de motores, consejos, comisiones y mesas de trabajo sectoriales para identificar problemas y posibles soluciones, si no se aborda inmediatamente la solución al déficit de dólares, actualmente el principal obstáculo para afrontar la "emergencia humanitaria" de salud y alimentaria. Tampoco ayuda el reiterado desprecio por preceptos económicos universales y por la empresa privada, ni es beneficioso el peregrinaje en busca de solidaridad por los países exportadores de petróleo, China, Mercosur, Unasur y la Celac, dada la pérdida de credibilidad del régimen. Calificados economistas estiman la necesidad de financiamiento externo de unos 50.000 millones de dólares en 2016 (deudas a proveedores, importación de alimentos, medicinas y otros bienes finales, insumos, repuestos … servicio de la deuda pública). Este requerimiento necesariamente pasa por obtener financiamiento del FMI, a bajo costo precisamente para problemas de balanza de pagos, pero cuyos requisitos de disciplina, transparencia, rendición de cuentas y estado de derecho el régimen está en incapacidad de cumplir. Condiciones éstas que son necesarias para generar confianza, "estimular la producción, inversión y exportaciones" y disminuir la dependencia petrolera a mediano y largo plazo, así como para obtener financiamiento del BM y el BID de proyectos específicos y lograr una reducción del riesgo país para emprender la re-estructuración de la deuda pública y emitir nuevo endeudamiento en los mercados internacionales.
La designación excéntrica del vice-presidente del área económica, los términos discrecionales e intervencionistas del decreto de emergencia económica y la negación inconstitucional del gabinete económico a comparecer ante la AN, así como la encendida retórica, la unísona actuación del Ejecutivo y los poderes públicos dependientes, evidencian que no hay voluntad política alguna de rectificación, aún menos de cambio, tampoco de diálogo, como lo está exigiendo la gran mayoría de los venezolanos y fue manifestado electoralmente el 6 de diciembre.
Venezuela's crisis Heading for a crash
The Economist Jan 21st 2016, 15:44
"Venezuela al borde de un completo colapso económico":
"El epicentro del temblor que sacude a la economía venezolana es la falta de divisas":
"Gobierno no va a rectificar y la crisis lleva al país a un colapso": http://www.eluniversal.com/opinion/160130/a-que-espera-maduro
"El chavismo escogió equivocarse a perpetuidad. Perecer…en el universo de las consignas sin contenido":
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