Desmantelando la Constitución
Israel Fernández Amaya / Abogado / fernandezamayabufete@hotmail.com
El ritmo acelerado de estos hechos del TSJ, refuerza la existencia de una dictadura en fraude constitucional y la reiteración de la praxis fascista
Insólita, pero esperada, la decisión de la Sala Constitucional del TSJ, que blinda por completo las aberraciones cometidas por los funcionarios nacionales, estadales y municipales, y además como complemento, deja sin efecto artículos de la Ley del Régimen de Comparecencia de Funcionarios Públicos y del Reglamento de Interior y de Debates de la AN. En síntesis el Tribunal Supremo de Justicia, aniquila al órgano genuino de la representación de la soberanía nacional.
Es terrorífica la celeridad de tales decisiones que se anteponen a la sustanciación y comparencia de graves y comprobados casos de corrupción que ruinosamente han generado una nueva clase social denominada los "boliburgueses". Tan grave es la situación que en China, hay funcionarios detenidos de la estatal petrolera de ese país y otros funcionarios relacionados con actos de corrupción en la relación con Venezuela. Esta situación se maneja a nivel internacional entre China y EEUU, y al efecto se desbordan a nuestro país, con solicitudes chinas.
El ritmo acelerado de estos hechos del TSJ, refuerza la existencia de una dictadura en fraude constitucional y la reiteración de la praxis fascista. El fascismo no es una ideología, es una conducta de poder que se va improvisando día a día. Para ello se tienen jueces y bufetes tarifados, quienes generan estas rápidas y aberrantes decisiones. Es notoria la función del sicariato intelectual, y suena como uno de sus participantes tras bastidores, el voluminoso "constitucionalista", de porcina presencia y ronquidos de ese mismo tono, quien de talanquera en talanquera, logró posicionarse como cerebro incondicional para tales actos.
No obstante, esto no extraña, el problema repetimos, no es ideológico ni político, es de garantía de impunidad y terror ante tantas evidencias de delitos, que van desde narcotráfico hasta dilapidación del patrimonio. Toda una red de corrupción, que ya es imposible callar. Los eventos de esta decisión, apenas comienzan y trascienden el plano nacional. En la justicia internacional los esperan. Las cosas hoy día, son diferentes. Ya sin máscaras y tratando de sobrevivir, demuestran los oficialistas en la AN su capiti diminutio, apelando al fascismo y su conducta, tratando de sobrevivir. Esto comienza.
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