La peste militar | Internacional | EL PAÍS artículo de Ibsen Martínez

 

 

 

 

La peste militar

https://twitter.com/IBSENMARTINEZ                                                                                         Los militares venezolanos no hicieron otra cosa que  robar y entrar en política  para robar mejor

 

Tras este título y esa acotación, un venezolano como Ibsen Martinez

acomete, cual caballero medieval montado en su corcel y lanza en ristre,

contra la historia venezolana sembrando dudas sobre un digno prócer;

en contra de la Primera Lanza de Venezuela, el General José Antonio Páez.

 

También este respetable señor, mostrando un desconocimiento total 

de lo que es "Sentimiento Patrio", cual Quijote, 

arremete contra Molinos de Viento, para intentar destruir al

Garante de las Libertades Ciudadanas; el Militar Venezolano.

 

Si, señor Giannetto, usted hace bien cuando nos pone en conocimiento

de lo dicho por el señor Martínez. Esto nos permite aclarar lo que muchos,

de una u otra manera, piensan acerca del Militar Venezolano; olvidando que

"La razón de ser, de una existencia, deja de serlo cuando ella se dedica a otra cosa".

 

Cuando pienso en el señor Martínez, en contra del Militar Venezolano,

viene a mi mente el binomio de la equitación: Jinete-Caballo.

Es que cuando aquel binomio formado por el noble Bruto y quien lo cabalga,

 se hace ganador o perdedor en la justa, no separamos al jinete del caballo.

 

Pareciera que personas como el señor Martínez cuando piensan en el Militar

 no abren su mente y se quedan pensando en el binomio mencionado;

ven al ciudadano que se hace Militar como al Bruto, en este caso, no tan noble y

 al Noble Oficio de Militar, como si fuese el jinete.

 

Le aclaro señor Martínez: el caballo en este caso sería el Noble Oficio de Militar,

 el ciudadano que se arrima al Noble Oficio, sería el jinete.

Señor Martínez, piense, no importa cuántos militares obedecen 

al llamado del dinero mal habido, son muchos más los que se mantienen fieles a su Oficio.

 

A usted se le tiene como una persona letrada, culta y

conocedora de la realidad social de nuestro País pero, bajo esa premisa, su escribir ofende

 y lo  expone a ser calificado como un ignorante ilustrado y ciego, 

no de la realidad que supuestamente ve sino, de la realidad que le rodea.

 

  Apoyado en esa ignorancia,

razones no le faltan cuando acude al descrédito para descalificar

 a quien confirma, bajo juramento público y solemne,

la razón de su existencia.

 

 Señor Martínez, no se es Militar por el hecho de tener mando o vestir tal o cual uniforme; 

para serlo, es necesario que honre su Promesa de Fidelidad Ante la Bandera Nacional

 (PFABN), la que le da sentido a su vida de Militar Venezolano y que le  asigna la Misión de 

Morir en Defensa de la Libertad de sus Conciudadanos, incluido usted.

 

Si, han existido y lastimosamente existen y existirán, venezolanos que escondidos

 tras el glorioso uniforme del Militar Venezolano ocultan su degradación;

son bastantes pero, tan insignificantes ante el grueso de la población Militar que,

debería producirle vergüenza el generalizar en su afirmación.

 

Pregúntese usted, quiénes permiten que esto ocurra y encontrará a personas que,

 como usted, se rasgan las vestiduras por la libertad y la democracia.

 Personas que, sin ser libres ni demócratas, valiéndose de su posición política y/o socio económica, corrompen la virtud del Militar; tal sucede hoy en nuestro nación.

 

Refiérase usted a aquel quien es demostrado corrupto. 

Refiérase a él con nombre y apellido pero no lo ayude a enlodar el nombre, el prestigio de aquel quien, conocedor de su deber y fiel ejecutor de su Oficio Militar, se "sacrifica" todos los días para lograr, a costo de su vida misma, defender las Libertades Ciudadanas.

 

El trabajo del Militar no es sencillo, pero personas como usted, señor Martínez,

 lo dificultan aún más. Si en verdad a usted le preocupa el quehacer

del Militar Venezolano, haga como hacen otros,

busque el rescate de los valores y principios que deben adornar la personalidad del Militar.

 

Fustigue al Militar Venezolano para lograr que, quien ha honrado su Oficio, no se sienta desvalido y, 

por el contrario, sea fortalecido en su moral y desprecie a  quienes lo deshonran:

 la PFABN, también, lo obliga a

"No abandonar jamás a sus Superiores" y él sabe quiénes son ellos.

 

 Sólo es su Superior de un Militar,

 aquel otro Militar de mayor grado y/o antigüedad, que

 cumple con las condiciones establecidas para identificar ¡Quién no es Militar!;

ellas están establecidas en la Ley que rige para la FAN; la LOFAN.

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