REFLEXIONES AGRIDULCES
Por Oswaldo Alvarez Paz
Escribo estas reflexiones sin tener totalizados los resultados de las elecciones del pasado domingo en las que se eligieron gobernadores y alcaldes. Una de las cosas que quiero destacar es la necesidad de auditar con criterio evaluativo los miles de millones de dólares, multiplicados por sus equivalentes en bolívares, que la nación ha invertido en un Consejo Nacional Electoral que actúa muy por debajo de lo que cuesta, sin proporción en cuanto a los resultados de la inversión. Máquinas electrónicas de dudosa confiabilidad, equipos caza huellas que permiten individualizar en tiempo real la intención de voto, sistemas automatizados de informática para enlazar la red burocrática desde la capital hasta los estados, municipios, parroquias y centros de votación, personal obrero y empleados administrativos multiplicados hasta el infinito en todos los niveles, millones sobre millones para publicidad y “relaciones institucionales” y paremos de contar porque esta danza no está respaldada por la eficacia. Seguimos pasando noches de sobresalto, de tensiones insólitas y hasta de confrontaciones innecesarias por la ausencia oportuna de información sobre resultados que deberían estar a la vista inmediatamente después de cerrado el proceso en cada centro. En definitiva, para eso son el enorme presupuesto asignado y los equipos adquiridos. Pero no es así gracias a la politiquería de quincalla baratera de este organismo convertido en oficina de asuntos electorales del presidente de la república. También a los “negocitos” alrededor de los fondos disponibles. Todo esto tendrá que revisarse con elevado sentido de responsabilidad.
Sinceramente creo que los resultados anunciados no reflejan con precisión las realidades electorales, regionales y locales, de la inmensa mayoría del territorio. El presidente sufrió un nuevo revolcón. Sus patéticas amenazas pasan a formar parte del tragicómico legado de su mandato. Las espectaculares victorias del pueblo zuliano al elegir a Pablo Pérez Álvarez como gobernador y, entre otros alcaldes, a Manuel Rosales en Maracaibo venciendo chantajes, infamias y violencia física e institucional, reafirman nuestro orgullo por una tierra que no se doblega ante nadie. Pero no solo ha sido el Zulia. Allí está el Táchira de nuestros amores señalando el camino. La batalla de Carabobo que pareciera no terminar nunca, puso de pie a ese gran pueblo rechazando con firmeza a bocones, bandidos y al presidente casado con ellos. Miranda es un caso muy especial por su condición urbana integrado a la gran Caracas, semiurbana en los Valles del Tuy y Barlovento y rural, todas ellas con características y personalidad propia. Quisiera analizar otras realidades pero no hay espacio por ahora. Sintetizo el gran triunfo nacional opositor en Antonio Ledezma como Alcalde Metropolitano, Mayor de Caracas y con la victoria en las veinte ciudades más importantes y pobladas del país. La cuenta regresiva del régimen se acelera.
oalvarezpaz@gmail.com Lunes, 24 de noviembre de 2008
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