FELIZ AÑO 2010 DE COPEI PARTIDO POPULAR CABIMAS
Ya en las postrimerías del año 2009, abismados ante la ignorancia que es inducida por el comercio mundial, en la cual nos hacen ver que nuestra década está por terminar cuando realmente tanto el milenio como la década comenzaron el 01/01/2001, sin embargo, en medio de tanta confusión apenas una institución como el Vaticano nos dio su bendición del milenio en la misa de año nuevo del 31/12/2000, como debió ser.
Nuestra percepción del mundo se forma a partir de los paradigmas que aceptamos como verdades absolutas, a veces pensamos que serán eternas y el paso del tiempo se encarga de demostrarnos que nuestro mundo no es sino una eterna transición de la temporalidad, porque nada es absoluto ni eterno, solo el cambio es permanente y al él debemos acostúmbranos, transitamos la vida sobre la base de los valores y principios que nos enseñaron en casa, pero a veces no es suficiente eso porque cada día vemos como eso que consideramos como la norma mínima para coexistir viene de retroceso y eso lo experimentamos a diario al ver como lo que llamamos democracia se viene perdiendo.
Este año fallecieron muchas personas significativas e importantes para nosotros, de hechos cada año pasa solo nos afectan los más cercanos o los más prominentes, aprovecho estas líneas para destacar la importancia del Dr Rafael Caldera, uno de los políticos más importantes de nuestro país en el siglo XX y quizás más vilipendiado, uno que cargo sobre sus hombros el peso de la más absoluta e irresponsable desfachatez de nuestra sociedad, la cual le pareció más fácil achacar sobre este caballero las omisiones por las cuales aun hoy pagamos, simplemente no podemos ver a a Caldera en su justa dimensión pues cual Hooke estamos “parados sobre los hombros de un gigante” de la legislación laboral, derecho constitucional, de la democracia y sobre todo un humanista.
Venezuela necesita madurar y hacerlo a pasos agigantados, aún no hemos aprendido a coexistir y ni siquiera esta grave crisis moral y ética ha servido para que reflexionemos, debemos entender finalmente que eso que llamamos socialismo del siglo XXI no sino una expresión de la bancarrota social y moral de nuestra especie, debemos así mismo entender que la democracia, no es la voluntad de la mayoría como mal interpretan algunos colegas líderes políticos de prácticamente todas las organizaciones políticas de nuestros amados países y con esto me refiero a las repúblicas de Venezuela y la del Zulia.
La dictadura de las mayorías es un grave defecto que ataca a la democracia y al parecer es el estado previo a su declive, es de hecho la sintomatología de la política opositora nacional, pues cada uno por su lado pretende imponer su paradigma como el único válido y verdad absoluta sin la cual la patria no se salva, cosa más alejada de la realidad pues la salida es claramente un consenso entre socialdemócratas (teoría socialdemócrata, democracia social, neo-modernismos y post neo modernismo), demócrata-cristianos (doctrina social de la iglesia, economía social de mercado y economía ecológica y social de mercado), liberales (doctrina liberal y modelo de libre mercado) y comunistas (enfoque socialista y modelo de control absoluto por parte del estado de cada aspecto de la vida nacional), si es cierto existen aspectos irreconciliables en nuestros sistemas de creencias, pero hay muchas coincidencias y sobre ellas es donde debemos trabajar.
Se ha dicho que hace falta una tarjeta única, del mismo modo se ha descartado la idea sobre la base de su inconveniencia para las organizaciones, argumentos que ha servido para que sectores radicales se aferren a la idea, en nuestro caso diferimos de eso sobre la base de las claras diferencias de forma y fondo entre nuestros enfoques, lo cual privilegia la necesidad de un mensaje de consenso claro diáfano y sobre todo amplio, al parecer aun no hemos madurado suficiente para entender esa necesidad.
Creemos la piedra de tranca para nuestra evolución democrática es finalmente el cesarismo democrático o caudillismo que ha afectado la nación desde ya hace algo más de un siglo, es tiempo de hacer a un lado al hombre como objeto de culto, veneración y hasta fidelidad filial, para reemplazarlo por el conjunto de ideas que definen la venezolaneidad y la zulianidad.
Nuestro reto para el año próximo es ese, para poder así servir mas y mejor a los ciudadanos de nuestras naciones, rescatar la institucionalidad democrática y devolver el poder a su legitimo dueño que no es otro que el ciudadano y hacer que las organizaciones político-partidistas, movimientos, gremios, ONG, sindicatos y demás estén a su disposición, de otra forma en el mamotreto que llaman Asamblea Nacional, los Municipios y Parroquias que conservemos simplemente cambiaremos de dueño y a nivel nacional no será sino un cambio del tirano de turno.
Por la Justicia social y una Venezuela mejor que pasen un muy feliz año nuevo en unión de los suyos.
Msc Ing Francisco J González R
COPEI Cabimas
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