Las películas de Cecil B de Mille, tienen un marcado acento teatral, los gestos hablan por sí mismo haciéndolas de traducción sencilla y universal, de entre las memorables escenas está aquella donde Moisés clama obediencia a las leyes de Dios, alegando que quienes se oponen morirían según ella y es cuando arroja las tablas y acto seguido los transgresores son enviados al abismo cuando la tierra se abre bajo sus pies y el fuego los devora.
De un tiempo para acá a algunos políticos venezolanos en general les ha dado complejo “Moisés”, porque aun ostentando el poder se rasgan las vestiduras, se levantan dando gritos histéricos e impúdicamente claman obediencia a unas leyes, normas y reglamentos que usan cual papel higiénico y para colmo osan señalar cuales jueces, con frases como; “quien no esté conmigo es un agente del oficialismo”, “lean las nomas, leyes y cúmplanlas”, “si no son mis aliados atentan contra la unidad”.
Un refrán dice aquello de lo que hablas es de lo que adoleces, parece adolecemos de verdadero espíritu unitario, siendo el último ejemplo la designación de los cargos para los aspirantes a las curules en la espuria Asamblea Nacional. En cada evento electoral pagamos lo crasos errores como el que nos indujeron los agentes mediáticos a través de la sociedad civil, para el retiro de las elecciones previas a la AN, vemos como algunos factores chillan y lloriquean y cuando logran algo entonces se transforman en el perro de ataque de la jauría y solo viven para acusar a quienes intentan reclamar algo y por otro caemos víctimas de la alcahuetería que algunos agentes electorales que llamamos opositores tienen con el CNE con respecto a las condiciones mínimas para ir a elecciones donde nos tienen el alma vendida.
El escenario político actual ha sobrepasado al político de oficio tradicional, vivimos una crisis política y ciudadana, donde se demanda mayor acción ciudadana, mediante la cual se puede encauzar la acción política necesaria para lograr rescatar la institucionalidad democrática del país, la unidad no es una dictadura de las mayorías como algunos quieren hacernos verlo, la única y verdadera unidad es tan amplia e incluyente como para alojar bajo su sombra liberales, demócrata cristianos, social demócratas y todos los demás logrando coordinar acciones entre mayorías y minorías.
Le recuerdo a quienes ostentan el poder y se levantan cual jueces a señalar tengan seguridad en sus afirmaciones no sea que queden cuales embusteros, egoístas, colaboracionistas y politiqueros de oficio ante el juicio que establezca el soberano y los señalados de ayer y hoy sean sus acusadores de mañana, el único poder que un gobernante tiene es el que le confiere el ciudadano para servirle.
Msc Francisco González
Pre-candidato al Circuito Zulia 10.
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