Un nuevo método de cribado genético desarrollado por un equipo de científicos españoles mejorará la posibilidad de dar a luz a bebés sanos.
Las mujeres modernas suelen prestar mayor atención a sus estudios y a su carrera profesional que en generaciones anteriores. Puede que pasen más años en la universidad y subiendo posiciones en el entorno corporativo tras su graduación. Muchas se casan y tienen hijos a mayor edad que antes.
Si se presentan problemas reproductivos como consecuencia de este retraso de la maternidad, la ciencia es ya capaz de ayudar a las mujeres mediante tratamientos contra la infertilidad, entre los que se incluye la fertilización in vitro.
Además, existe un progreso científico reciente, que permite garantizar la salud del bebé porque determina si éste sufrirá o no enfermedades genéticas: este procedimiento se ha denominado Hibridación Genómica Comparada (CGH), y permite la observación del desarrollo de un embrión a partir de la fase de ocho células. Si el médico está seguro de que el embrión no corre riesgo de contraer enfermedades graves, se implanta con seguridad en el útero.
Lo que han hecho los investigadores españoles, de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha sido desarrollar una variante rápida de este sistema, con la que es posible estudiar todos los cromosomas de las células embrionarias en mucho menos tiempo.
Hasta ahora, esta variante ha sido eficaz en una pareja en la que el hombre era portador de dos translocaciones cromosómicas (desplazamientos de un segmento de un cromosoma a un nuevo lugar en el genoma). En concreto, en tres ciclos consecutivos de fertilización in vitro se implantó en la mujer un embrión sin anomalías cromosómicas.
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(Tendencias21)
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