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El cañonero Urdaneta, el centinela solitario
El cañonero Urdaneta, el centinela solitario
El ataque realizado por el submarino alemán U-502 en la madrugada del 16 de febrero de 1942, a un convoy de buques tanqueros que navegaban por el Golfo de Venezuela, al sureste de la península de Paraguaná rumbo a la refinería de Aruba, representó la primera agresión bélica que sufriría Venezuela en el período de la Segunda Guerra Mundial.
En esa oportunidad el tanquero de bandera venezolana Monagas, recibió el impacto de dos torpedos germanos que hicieron perder la nave. La tripulación del tanquero la constituían 31 hombres, de los cuales 19 eran marinos venezolanos. Para ese entonces las fuerzas navales venezolanas solo disponían de dos buques de guerra considerados “modernos” para proteger nuestro mar territorial. Solo uno se encontraba en el lugar de estos acontecimientos.
El cañonero General Urdaneta era uno de los dos buques adquiridos a Italia por el Gobierno del General Eleazar López Contreras en el año de 1938, como parte del plan de modernización de la Marina de Guerra. Este buque de la clase Ostia, había servido en la Regia Marina Italiana como caza y siembra minas, con el nombre de Milazzo. Construido en los astilleros de Monfalcone en 1925, tenía 62,55 metros de eslora, desplazaba a plena carga 815 toneladas y podía desarrollar una velocidad de 15 nudos. El armamento principal de este buque lo constituían dos cañones de 102mm/35 y uno antiaéreo de 76mm./40. Como armamento secundario contaba con dos ametralladoras Colt 6.5 mm. En 1937 se le realizaron los trabajos de acondicionamiento en Muggiano, puerto de la Spezzia, para su venta a Venezuela.
Cañonero General Urdaneta (Foto: colección Carlos Hernández)
La gallarda actuación del Urdaneta
A las 02:44 horas de la madrugada del 16 de febrero tras escucharse una fuerte explosión proveniente del mar, el cañonero Urdaneta, que se hallaba fondeado frente a Caribubana, zarpó de emergencia poniendo rumbo suroeste hacia donde se divisaban las llamaradas que emanaba uno de los buques que conformaban un convoy que transitaba por el Golfo de Venezuela. Una hora y quince minutos más tarde, mientras el Urdaneta navegaba a toda máquina por las aguas del Golfo se escucharon dos nuevas explosiones, los oficiales en el puente observaron que otro de los tanqueros se incendiaba, el comandante del buque, temiéndose ya lo peor; (el ataque de submarinos enemigos) ordenó, como refiere el capitán de navío Tomás A. Mariño Blanco, “zafarrancho de combate y navegó hacía ellos con patrón de evasión de torpedos”.
Cuando el cañonero arribó cerca del costado del tanquero Monagas, este se encontraba envuelto por las llamas y con un fuerte grado de inclinación; los tripulantes del cañonero constataron que éste ya había sido abandonado por su tripulación, por lo que iniciaron la búsqueda de sobrevivientes en un mar oscuro y agitado, lleno de aceite, combustible y restos flotantes.
Tanquero Monagas de bandera venezolana incendiándose luego de ser torpedeado por el U-502 en la madrugada del 16 de febrero de 1942
Según señalaron posteriormente los sobrevivientes del Monagas, los marineros venezolanos, Lázaro Colina murió ahogado y Pedro Tenia pereció al haber sido arrastrado por las propelas del buque. El timonel Lázaro Leydenz, murió instantáneamente a causa del impacto del primer torpedo que explotó a la altura de la timonera del tanquero. Otros 17 sobrevivientes del Monagas fueron rescatados esa madrugada por los tanqueros Sucre y Ramona, desembarcándolos al día siguiente en el puerto de Maracaibo.
Consientes de la indefensión y desventaja que tenían frente a los modernos submarinos alemanes, puesto que el cañonero no disponía de ningún tipo de armas anti submarinas ni equipos de detección como sonar, continuaron patrullando con cautela el área del ataque, con la tripulación en sus puestos de combate, buscando al agresor como también a los sobrevivientes de los tanqueros Tía Juana y San Nicolás, torpedeados esa madrugada.
Este temor y cautela no era injustificado, dado que a unas tres millas náuticas de distancia, el Teniente de navío Jürgen Von Rosenstiel comandante del U-502, a través del visor de su periscopio, observaba con el detenimiento de un cazador, la silueta del cañonero Urdaneta que patrullaba las aguas del Golfo de Venezuela, dato que anota y reseña en su diario de navegación. Motivado a que su objetivo principal eran buques petroleros, y que Venezuela para ese entonces era aun un país neutral, el submarino no atacó al cañonero venezolano.
Teniente de navío Jürgen Von Rosenstiel comandante del U-502
Submarino U-502
Insignia del U-502
Periódico El Heraldo, reseñando el ataque a los tanqueros en el Golfo de Venezuela
Hombres de hierro y marinos ilustres
Para la fecha del ataque alemán al Golfo de Venezuela, la tripulación del cañonero Urdaneta, estaba constituido por una dotación de diez oficiales y cincuenta y cuatro clases y marineros. Este insigne e histórico buque perteneciente a las Fuerzas Navales Venezolanas, se encontraba al mando del entonces, teniente de navío Wolfgang Larrazábal Ugueto, quien años más tarde, en 1958 encabezó la Junta de Gobierno que se constituyó tras el derrocamiento del general de división (Ejército) Marcos Pérez Jiménez. Teniente de navío Wolfgang Larrazábal Ugueto, comandante del Urdaneta
Muchos de los oficiales y marinos tripulantes del cañonero Urdaneta, que estuvieron en la acción de la madrugada del 16 de febrero de 1942, una vez concluida la guerra continuaron su carrera naval en forma digna y brillante, varios de ellos cumplieron los treinta años servicio en la Armada. Posteriormente y después de haber culminado su tiempo de servicio, varios de ellos desempeñando importantes cargos en la administración pública nacional brindándole un aporte adicional al desarrollo del país.
Entre estos oficiales, además del vicealmirante Wolfgang Larrazábal Ugueto, se encontraba el capitán de navío Ramón Rivero Núñez, quien con el grado de teniente de fragata ejercía el cargo de director de maquinas del cañonero Urdaneta. Este capitán, amén de haber ocupado los cargos propios de la especialidad de maquinista dentro de la Marina de Guerra, fue uno de los dos primeros oficiales navales que aprobaron el curso No 1 de Comando y Estado Mayor en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas en el año 1955, ocupando el primer puesto en el orden de Merito. Posteriormente ocupó el cargo de Director del Instituto Autónomo Diques y Astilleros IADAN (hoy DIANCA). Una vez pasado a retiro por tiempo de servicio cumplido, en julio de 1961, fue designado Presidente del Consejo Directivo y Administrativo del Instituto Nacional de Canalizaciones INC y en 1963 Director de Marina Mercante.
Teniente de fragata Ramón Rivero Núñez director de maquinas del cañonero Urdaneta
Desagravio y Epilogo
Al evaluar el desempeño y actuación del cañonero Urdaneta, con la objetividad y visión histórica que da el transcurrir de 70 años, se puede afirmar que este buque y su dotación cumplieron con todo lo exigido por el honor militar y naval en condiciones de guerra, cumpliendo con su deber, más allá de lo que le permitían los medios disponibles. Tripulación de oficiales a bordo del cañonero Urdaneta el 16 de Febrero de 1942
Nota: Designación de cargos de acuerdo a los manuales de acoplamiento de la Armada Nacional en enero 1942
Grado | Nombre y apellido | Cargo a bordo |
Teniente de navío | Wolfgang Larrazabal Ugeto | Comandante |
Teniente de fragata | Álvaro Álvarez Piña | Oficial de derrota |
Alférez de navío | Ernesto Deseda Hernández | Adjunto. Oficial de derrota |
Teniente de fragata | Ramón Rivero Núñez. | Director de maquinas |
Teniente de fragata | Jesús M. Leones. | Adjunto al director de maquinas. |
Alférez de navío | Jesús Castro Colón. | Oficial adjunto |
Alférez de navío | Rubén Osío Navas | Oficial adjunto |
Alférez de navío | Rafael Medina H. | Oficial adjunto |
Alférez de navío | Luis Humberto Croce | Practicante |
Alférez de navío | Romero V. Albino. | Radiotelegrafista de 2ª Clase |
Por: Luis Farage Dangel
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