Con estas palabras se dio inicio a la homilía con la cual los trabajadores adscritos a los servicios autónomos del estado Zulia pedían a María Virgen de Chiquinquira “La Chinita” amparo y protección por la persecución, inestabilidad laboral y sobre todo incertidumbre por el futuro de las familias, también se hicieron presentes el Gobernador del Zulia Abog. Pablo Pérez y Alcalde de la ciudad de Maracaibo Manuel Rosales, el primero para unirse en la oración de los trabajadores y el segundo para pedir amparo ante la persecución emprendida desde el más alto nivel del régimen opresor que al peor estilo guzmancista parece haber jurado acabar con el Zulia, no es primera vez que lo intentan, ya una vez quisieron reducirnos a una playa de pescadores, ya una vez nos intentaron gobernar desde otro estado.
En el plano político la situación presente si bien es parte del plan que el dictador sultánico de Miraflores ha emprendido para doblegar a Venezuela y acabar con las instituciones y con la democracia para perpetuarse en el poder y poder tributar a la maquinaria del comunismo internacional los recursos que necesita para volver a someter la humanidad bajo su garras, acciones que a lo largo y ancho del mundo han costado la vida de mas de 100 millones de seres, no puede descartarse que buena parte de la responsabilidad yace en manos de quienes toman decisiones del lado opositor, se perdieron solo en el Zulia 14 municipios por la torpeza de no aceptar la unidad y pretender sobre la base de dominar el poder y los recursos aplastar las opiniones en lo que debió ser un ejemplo de consenso y concertación, la perdida de las competencias de los estados es una consecuencia directa de esto, así como las jugadas dobles que muchos emprendieron en pro de las re-elección indefinida.
Ir a la iglesia nunca esta de mas y de hecho aplaudo la iniciativa de Rosales como gobernante de institucionalizar las misas de acción de gracias para la fecha de la celebración de la Zulianidad el 28 de enero y hacer que sea una misa formal los 28 de cada mes y hacer del día de la Chinita 18/11 un replica el 18 de cada mes con la finalidad de pedir orientación y amparo, sin embargo, eso no excusa los errores cometidos, hoy como colectivo pagamos esas consecuencias.
Han pasado mas de 20 años y aún no logro borrar de mi mente las escenas que cada semana santa se veían en las iglesias de Nicaragua, Honduras y El Salvador, aquellas donde madres, viudas, esposas, hermanas e hijas en la procesión del santo sepulcro clamaban al cielo un desgarrador “perdona a tu pueblo señor”, es cierto que nuestro pecado fue no hallar la formula para hacer de la justicia social una realidad, hemos pecado de orgullo al sabernos defensores de la justicia no hemos sacrificado aún suficiente como para ganarnos el “derecho de vivir en democracia y libertad”
.Aún debemos madurar para entendernos y poder crear una política madura y de suficiente nivel como para llevar a nuestro país al camino de la libertad, justicia social, respeto a la dignidad de las personas, respeto al trabajo, mientras seguiremos buscando en la iglesia el amparo y el perdón a los múltiples errores que cometemos por omisión o falta de acción o por callar cuando deberíamos gritar.
Ing Francisco J González R Msc
Presidente COPEI Cabimas
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