En fecha reciente logre ver a Enrique Ochoa Antich explicando los reglamentos de la unidad y lo único que logro fue recordarme porque el tirano de Miraflores sigue allí, lejos de explicar que el consenso es producto de la interacción de las fuerzas políticas y civiles, o en otros términos de las fuerzas vivas, la sociedad civil y los partidos, restringió la explicación a un vulgar arreglo entre las mayorías electorales según los resultados de las últimas votaciones.
Me pregunto por cual circunstancia le hemos dedicado tiempo a captar la creciente disidencia oficialistas, sobre cual base nos sentamos junto a gremios, sindicatos y ONG como iguales, para que nos molestamos en rescatar las huérfanas bases de los partidos, si al final el consenso de Ochoa Antich se reduce a un reparto de la torta según los últimos resultados.
Constantemente discrepo de los periodistas quienes en función de los intereses de sus mecenas, procuran orientar la opinión pública en función de avalar o atacar una determinada posición, tal fue el caso de laboratorio que produjo la idea de la tarjeta única. Tan absurdo como la tesis de las focas necesarias para la Asamblea, pues hemos llegado al extremo de señalar que no hacen falta eruditos, ni genios sin focas que levanten la mano según sea necesario y me pregunto, no es acaso eso lo que ellos se han planteado y hacen, vamos hacer los mismo, ¿Cuál es la diferencia entre ellos y nosotros?
Hoy me pregunto y que pasa con los municipios donde no se logro la unidad en los cuales la mayoría relativa utilizó el criterio unitario cual papel higiénico?, ¿Qué pasa donde las minorías no lograron ser parte de un consenso?, ¿en fin que pasa donde el interés particular de un mayoría pesa más que el interés global de los ciudadanos?, me atrevo asegurar que los 335 municipios más el 60% se va a decidir en unas disputadas primarias, el consenso se lograra en menos del 10%, los restantes van ser una suerte de imposición de mayorías y os resultados si bien serán favorables, no servirán para que tomemos conciencia sobre la importancia de entender que la vigencia de nuestras organizaciones políticas pasa por una necesaria renovación y por aceptar que los mejores no están necesariamente en el seno de los partidos.
Es risible como se está manejando el tema de las listas acá en el Zulia, es más dramático aún saber que el único gobierno opositor de unidad esta en el Táchira, pues los demás no son sino feudos de una parcialidad que de paso son cerradas a los aliados, el régimen no se sostiene por obra y gracia de sus acciones, sino por aquellos quienes prefieren un poco de poder en dictadura antes que nada de poder el democracia.
Venezuela es el escenario donde se muestra el triste fracaso del marxismo y sus derivados, incluso la socialdemocracia o como la quieren disfrazar ahora la democracia social, un discurso tan estéril como improductivo, sin embargo, ello les imposibilita entender que consenso no es imposición de la voluntad de una mayoría.
En fin a esta hora estoy evaluando que en el fondo todo ciudadano debería proponerse ser el candidato de su circuito, de otra forma nos van a imponer la receta de cocina de siempre y peor nos van a chantajear con la unidad para imponer a una partida de incapaces y hasta focas con los cuales no llegamos ni a cañón sucio.
Msc Ing Francisco J González R
Ciudadano con preocupaciones
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