El crack Matthias Sindelar, “el Mozart del fútbol” y su trágica historia (+video)
“La Gestapo (policía secreta oficial alemana) comenzó a perseguir y a molestar a Sindelar permanentemente. Oculto durante meses, hubo de abandonar la profesión que tanto quería y por más que lo intentó no pudo escapar como hicieran otros compañeros”.
También podemos decir:
Que le apodaban “der Papierene” (hombre de papel), por su delgadez y por la habilidad con la que sorteaba rivales a finales de los 20’ y comienzos de los 30’. Pgracias a la fineza y la elegancia que jugaba, liderando a la Selección de Austria, que lucía tenía un mote especial: el “Wunderteam” (equipo maravilla), que marcó toda una época en Europa, y quedó como uno de los mejores conjuntos en la historia del futbol.
Matthias Sindelar (10 de febrero de 1903 – 23 de enero de 1939), el hombre que décadas más tarde sería votado como el deportista austriaco del siglo XX, era hijo de unos emigrantes judíos que se trasladaron de Bohemia y Moravia a Viena, y tenía tres hermanas. Aprendió a jugar al futbol en las calles del barrio Favoriten, un área industrial que se fue colmando de fábricas nuevas de ladrillos. A los Sindelar, como a muchos otros, se los denominó despectivamente “ladrillos checos”, porque su trabajo consistía en ser ladrilleros.
Pero nada detuvo a “Motzl”, como le apodaban, para jugar con una pelota armada con ropa vieja y garrosa cocida. En 1917 su padre murió en acción durante la Primera Guerra Mundial, por lo que su madre siguió trabajando con una lavandería que tenía en la misma casa donde vivían, en el número 75 de Quellenstrasse. En 1918, a los 15 años, debutó en Primera División con el Hertha de Viena, mientras trabajaba como aprendiz de mecánico. Luego de una operación de meniscos, en 1924 pasó al Austria Viena. Desde ese momento comenzó a demostrar su calidad con la obtención de numerosos títulos, a la par que encumbraba a su Selección.
Los estadios se llenaban para presenciar sus actuaciones, algunos viajaban para seguir sus partidos, y generaba un fanatismo en escritores como Friedrich Torberg (quien le dedicó un poema) y Hans Weigel, así como en actores y también en grandes fotógrafos.
Pero Europa estaba envuelta en un tenso clima bélico que preanunciaba la Segunda Guerra Mundial. La situación recrudeció el 12 de marzo de 1938 cuando Alemania anexó a Austria a su territorio, aprovechando su crisis políticosocial, para hacerlo desaparecer como país. Los austríacos habían ganado el pase al Mundial de Francia de 1938 tras vencer en las eliminatorias a Letonia y Lituania, pero al no tener representatividad como nación, mucho menos la podían tener como seleccionado.
Alemania, no conforme con devorarse a un país, quiso a los mejores futbolistas de Austria para combinar en su equipo a la raza aria con la escuela del Danubio. Algunos aceptaron, pero Matthias Sindelar no. El delantero tenía parte de su sangre judía, era de espíritu libre, y además ante cada convocatoria simulaba lesiones con tal de no plegarse a una expresión del régimen nazi.
Hasta que sucedió algo muy particular. Para celebrar el Anschlub, el 3 de abril de 1938 se disputó un partido entre alemanes y austríacos, incluyendo una orden para que estos últimos se dejasen ganar. Durante el primer tiempo hubo una especie de pantomima, cuando Sindelar y los suyos dominaban el juego pero a la hora de los remates, el balón salía desviado intencionadamente.
Para la segunda mitad no se pudo esperar más por lo que Austria interpretó su mejor vals, dándole un auténtico baile a los germanos. El clímax de la función estuvo en el gol que Sindelar anotó de vaselina, incluyendo una danza en el festejo. El orgullo del goleador lo llevó no sólo a celebrar su propia insubordinación a los enemigos del deporte, sino a bailar de forma tan ridícula como le fue posible. El gol, celebrado ante 60,000 personas, justo delante del palco de las autoridades nazis, fue tomado como una auténtica provocación, confirmando que el astro era un rebelde del régimen autoritario. Sesta hizo el segundo gol sellando un resultado lógico y significativo.
Automáticamente se le consideró enemigo del régimen y fue perseguido por los nazis. La Gestapo (policía secreta oficial alemana) comenzó a perseguir y a molestar a Sindelar permanentemente. Oculto durante meses, hubo de abandonar la profesión que tanto quería y por más que lo intentó no pudo escapar como hicieran otros compañeros. Nausch, capitán de la antigua selección austriaca había sido obligado a divorciarse de su esposa, judía, pero se negó y consiguió huir a Suiza. Sindelar, no. Permaneció oculto con su esposa, Camila.
La presión sobre el pueblo judío comenzó a ser asfixiante. Empezó a limitárseles las entradas a muchos sitios, se les privó del carnet, se les asediaron en ghetos, y se les prohibió las escuelas y muchos otros derechos. Al poco tiempo empezó el exterminio y los campos de concentración. Matthias Sindelar y su esposa continuában escondidos con el miedo de ser capturados en cualquier momento y enviados a esos campos de concentración.
El 23 de enero de 1939, Matthias Sindelar, a punto de de cumplir 36 años, fue encontrado muerto junto a su esposa, la italiana Camila Castagnola. Algunos sostuvieron que fue suicidio al inhalar gas, otros que los mataron, en un hecho que jamás pudo aclararse. “Envenenamiento por monóxido de carbono”, dijo la autopsia. Y si alguien estaba dispuesto a investigar, la policía extravió los informes al terminar la guerra. Sea como fuere, aquel triste suceso causó tanto impacto que durante 15 días las oficinas del club en el que jugaba se inundaron de cartas de pésame. Tantas que el correo de la ciudad se colapsó.
Tan impreciso es el motivo de su muerte como la cantidad de público que asistió a su funeral (15,000 dicen algunos, mientras otros cuentan 40,000 o incluso 50,000 personas). La cuestión es que concurrió una multitud porque Sindelar ya era una celebridad.
Fue enterrado en el Zentralfriedhof (Cementerio Central de Viena), el mismo lugar donde descansan los grandes de la música clásica: Beethoven, Brahms, Schubert, Johann Strauss y Johann Strauss Jr. En Viena una calle lleva su nombre: la Sinderlastrasse, y en cada aniversario de su muerte, recibe ofrendas florales de directivos, jugadores actuales y del pasado del Austria Viena, como así también de políticos.
Relacionados en mi blog
Por tiro en la cabeza, Salvador Cabañas, mejor goleador de Paraguay ve los partidos por tv
Julio 01, 2010
Selección de España gana a Portugal. Sacó la casta y está en cuartos de final
Junio 29, 2010
Cantante Mick Jagger se quita fama de pavoso con la goleada de Brasil a Chile
Junio 28, 2010
Futbolista de Corea del Norte que lloró muchísimo y los castigos al equipo por derrota
Junio 27, 2010
Futbolistas que hicieron el saludo fascista en los mundiales. Fotos
Junio 26, 2010
Fotos de los diferentes balones de fútbol en la historia de los mundiales
Junio 25, 2010
El drama familiar que enfrentó a dos futbolistas hermanastros en el Mundial de Fútbol 2010
Junio 24, 2010
Chávez comenta del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, notas curiosas, crónicas
Junio 19, 2010
Selección de España, no era su dia
Junio 16, 2010
Goles en Sudáfrica esconden un oscuro y doloroso mundo. Reportaje
Junio 12, 2010
Informativo Mundial de Fútbol 2010 en Sudáfrica
Junio 10, 2010
Te invito a seguirme en:
@marthacolmenare
Tags: futbol mundial portugal chile futbol foto
Más Tags: partido alemanaia austria futbolmundial hitlertecnico espana futbol
No hay comentarios:
Publicar un comentario