Bin Laden no tenía Internet en su casa de Abbottabad.
Ni falta que le hacía. Según han filtrado fuentes confidenciales que prefieren permanecer en el anonimato (pillines…) los ordenadores requisados en el domicilio asaltado la semana pasada tenían una buena provisión de porno de calidad.
El líder terrorista de Al Qaeda podría vivir como un ermitaño, incomunicado y sin grandes lujos, pero no había renunciado a esos pequeños placeres de la vida. Y aún hay más.
No tener conexión a Internet no tiene porqué ser sinónimo de ausencia de porno, que parece ser que es la madre de todos los contenidos en la Red.
En los ordenadores que se llevaron los Navy SEAL que asaltaron la última morada terrenal de Bin Laden habrá mucha información relevante para continuar la lucha contra el terrorismo islámico radical de la que seguro que sacan petróleo las diversas organizaciones de inteligencia norteamericanas, pero de momento no deja de ser curioso que la primera noticia que ha trascendido sobre el contenido de esos ordenadores y discos duros sea la presencia de abundante material pornográfico de calidad.
El material habría llegado hasta Bin Laden a través de archivos albergados en pendrives o en DVD. Probablemente fuese con el único fin de comprobar fehacientemente la decadencia de occidente y los límites de depravación a los que llegan (llegamos, no te hagas el sueco) los infieles. ─Antonio Rentero [Reuters]
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