Junto a los efectivos humanos de los Navy SEAL, cuerpo de élite de la Armada USA, que la pasada madrugada asaltaron el refugio de Bin Laden acabando con su vida ha pasado desapercibido un protagonista.
Es cuadrúpedo, de la familia de los cánidos, y su armamento es un chaleco antibalas repleto de cámaras, un olfato especialmente entrenado para detectar explosivos y adiestrado especialmente para atacar e inmovilizar al enemigo. Hablamos del perro más duro del mundo. Y aún hay más.
Si los miembros de los Navy SEAL ya son duros, imagina cómo será el pastor alemán que les acompaña en sus misiones.
Hablar de alguien con malas pulgas podría adquirir un nuevo sentido. Y es que este cuerpo de élite va acompañado por un valiosísimo integrante canino. Especialmente adiestrado para misiones tan delicadas resulta tremendamente útil a la hora de detectar explosivos. Protegido con un chaleco antibala especial que también impide ataques con cuchillo, en el mismo se han acoplado cámaras infrarrojas de visión nocturna para que sus compañeros humanos puedan ver en la oscuridad en lugares a los que sólo el can puede acceder sigilosamente.
Algunos de estos perros, dotados de máscaras de oxígeno, pueden saltar en paracaídas desde 8.000 metros de altura y ya en tierra atacar a cualquiera que lleve armas (y no sea de los suyos, claro). Estos integrantes caninos ya fueron utilizados en la captura de Saddam Hussein. ─Antonio Rentero [The Sun]
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