ACTIVATE CON CAPRILES
REFLEXIONES
Luis Soto Pírela y Luis Ramón Rondón
Estamos viviendo la más profunda crisis de nuestra vida contemporánea, el resquebrajamiento es muy grave en cuanto a la eficiencia económica, a la salud, la alimentación, la educación, seguridad social y publica, en la descomposición moral y hasta una preocupante desviación de los patrones culturales e históricos, esto nos llama a la reflexión al redefinir el camino desviado. Las soluciones a tan graves problemas puede traernos situaciones dramáticas, no podemos continuar con los viejos esquemas; que tan solo han resuelto medianamente lo que el pueblo ávidamente reclama, el reto de nuestro tiempo, el establecimiento de un nuevo orden económico-social, de un apropiado comportamiento moral y de un pertinente programa de rescate cultural, esta decisión debe permitir legitimar el liderazgo en función de su responsabilidad con el país, se impone el hecho trascendente del enfrentamiento de los valores, la eficiencia contra el populismo, el trabajo tesonero contra la inercia del talento, la verdad verdadera contra la verdad conveniente, la inteligencia contra la mediocridad, la formación sistemática contra la improvisación, la sinceridad contra la demagogia, el trabajo histórico contra el inmediatismo efectista.
Este es el camino más lógico y convincente que hemos escogido en nombre del pueblo y al cual pertenecemos; la seriedad y responsabilidad de las acciones tiene que estar por encima del comentario absurdo de quienes no entienden las realidades de nuestra actual angustia venezolana, es más fácil manipular el clásico efectismo; característica de los tradicionales métodos de hacer política en Venezuela,
Hoy más que nunca estamos convencidos de la bondades de este planteamiento económico y social, impecable en el ámbito de los cálculos hechos en sus valores nominales, aun cuando indiscutiblemente pueden mejorarse en sus valores reales en el orden sectorial, materia sobre la cual seguiremos insistiendo. En este momento priva la imperiosa necesidad de convocar al pueblo venezolano a la asistencia masiva al próximo proceso electoral del 7 de Octubre para elegir a un hombre surgido del pueblo, que con mucha tenacidad, perseverancia, tolerancia, ha logrado transmitir a la grey su vocación de servicio, de querer seguir la huella de nuestro Padre de la Patria en convertirse en nuestro primer empleado, tal como Bolívar lo plasmó en sus ejecutorias, es de allí, de esas entrañas del pueblo, es de allí, donde surgen con mucha fuerza los lideres que deben asumir la conducción de los destinos de millones de compatriotas, de amigos, familiares, de rostros que sonríen , de ojos que ven con marcada fe y optimismo la llegada de un ser humano que siente y padece lo mismo que cualquier habitante de este País.
Esas personas, cuyo corazón y emoción se desborda hoy al saber la existencia de un líder, dispuesto a entregarse en brazos del progreso, del futuro promisor de nuestros hijos, de esa juventud que necesita de ese líder; quizás por su mente no haya pasado el verse en un monumento granítico, sino en verse en esos rostros de miles de millones de niños y mujeres que ansían calmar la angustia de vivir en paz, de poder educar y formar a sus hijos, de poseer sus cuatro paredes con pertenencia familiar y ayudar a progresar este bello país, metiéndole el hombro a esa esperanza surgida de su propio vientre.
Es por ello, que este grupo de hombres y mujeres, que hemos transitado el camino tortuoso miles de veces, que hemos sido protagonistas y actores de una democracia imperfecta; es verdad, pero es el único sistema en el mundo que nos permite vivir como seres humanos, vivimos en paz lejos de odios y rencores, la fraternidad, el afecto, la cordialidad y la unión familiar; nos señalan como una nación cuya característica es única en el mundo. Esto nos obliga a revisar ese liderazgo con el fin de plantear; dentro de la legitimación que buscamos, la necesidad de examinar la capacidad que tenemos para convencer al pueblo en esta época de crisis y no en el tiempo del facilismo. No hagamos honor a la cultura que describe nuestra dramática inercia actual, tengamos la fortaleza y diligencia en el momento en que más nos reclama nuestro país.
Nos encontramos preparados para ayudar, cooperar, colaborar, transmitir nuestras experiencias; vividas en el fragor de la lucha partidista, de tantos y tantos años, en momentos en que nuestro país casi llega al borde del abismo, en esa juventud que también fue nuestra y que salimos imberbes a las calles en franca protesta estudiantil, muchos de los que hoy estamos aquí, fuimos parte de esa juventud que clandestinamente conspiramos en la búsqueda de salvar al país, nuestros padres sufrieron prisión, algunos murieron y los que pudieron sobrevivir a las torturas, mueren posteriormente, dejando como legado, vivir con dignidad, sin humillación, ser libres, honestos, trabajar, ayudar al prójimo, no vivir de la corrupción, fueron los hombres y mujeres que formaron este edificio llamado Venezuela, que no se derrumbo porque sus cimientos están llenos de heroísmo, manos sangrientas, espaldas llagosas, que ayudaron a levantarlo y que ahora con el surgimiento de estos jóvenes, estamos seguros que nuestra bella y amada patria jamás será pisoteada, vejada y humillada .
Este trabajo fue presentado por Luis Soto Pírela y Luis Ramón Rondón a un grupo de veteranos dirigentes políticos y sociales, el mismo se convirtió en la declaración principista del “Grupo 1000 Años” que constituyen: Evaristo Cruz, Prof. Luis Soto Pírela, Luis Ramón Rondón, Dr. Gilberto Urdaneta Besson, Héctor Díaz Sanchez, Lic. Américo Araujo, Pedro González, Lic. José Lunar Lira, Manuel Torrens Moreno, Prof. José Benavides, Prof. Pedro Cañizales, Dr. Reinaldo Núñez Bracho, Prof. Eridano Agreda, Dr. Nelvin Torres, Américo Velazco, Prof. Aniceto Barboza, Prof. Rafael Muñoz, Carmen de Salcedo, Prof. Eunice Cedeño, Prof. Pedro Cabrera, Dr. Luis Nava, Dr. Luis Vera, Lic. Edgar Luzardo, Marcos Salcedo, Prof. Rubén Villalobos, Lic. Norberto Delgado, Cristóbal Álvarez, Dr. Abraham Bolaños entre otros.
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